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Agosto se ha convertido en el peor mes para invertir en Bolsa, seguido de septiembre, octubre…

por La Carta de la Bolsa Hace 5 años
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"¿Cuál es el peor mes para invertir en Bolsa?", le preguntó el discípulo aventajado en las lides económicas y financieras al Maestro. "La estadística demuestra que es octubre el peor mes para los asuntos de la Bolsa, seguido de noviembre, diciembre, enero....Todos los meses son malos. O buenos. Desde hace unos años hay miedo al mes de agosto, porque ha procurado más llantos que alegrías." El encuentro entre el maestro y el discípulo tiene hoy, ayer y mañana, plena vigencia. El toro de la Bolsa puede cornear al diestro bajista en el momento menos pensado. No hay meses buenos ni malos para lidiar la renta variable. Hay tendencias positivas y negativas, aunque, eso sí, desde un punto de vista estadístico octubre es un mal mes y enero, uno de los mejores. Agosto asoma desafiante. Los que seguimos el día a día de la Bolsa acudimos con frecuencia a las citas y estadísticas para justificar algo que no siempre es justificable. Por ejemplo, cuáles son los periodos de iniciación de la inversión en Bolsa, es decir, cuando comienzan los flujos de fondos a entrar en el mercado y cuáles los de maduración, o lo que es lo mismo, cuándo el dinero desaloja los aposentos en busca de un retiro más confortable.

Se ha dicho que octubre, por aquello de la coincidencia de los crash más importantes de la historia, es uno de los peores meses para invertir en Bolsa y que desde Santa Lucía a San José es la mejor época. En octubre confluirían las mayores retiradas de efectivo de los mercados y a partir del 13 de diciembre (Santa Lucía) se iniciaría el movimiento inverso, el de la entrada de fondos, cuyo periodo álgido estaría en San José. Y se dice ahora agosto, porque desde hace años da más cornadas, que otra cosa. La caída tradicional del negocio en ese mes es uno de los principales peligros.

Otro de los viejos dichos del mercado advierte de vender todo en mayo y echarse a dormir, en clara alusión a la proximidad de las vacaciones de verano para muchos participantes en el mercado, con lo que disminuyen los flujos de dinero, y al periodo, siempre ingrato, del pago de impuestos. En la actualidad este viejo dicho tiene una relevancia escasa, por la globalización de los mercados y el desarrollo casi ininterrumpido de las Bolsas durante las veinticuatro horas del día.

Lo que apenas se ha mentado es que todos los meses tienen riesgos de peso a la hora de invertir. Esa es, precisamente, la cuestión del momento ¿se ha roto la tendencia de fondo que ha dominado el escenario de las Bolsas en los dos últimos años? Los analistas más fríos insisten en que la tendencia virará al alza cuando nadie lo espere, pero muchos se pondrán nerviosos por los desafíos geopolíticos globales y las crecientes volatilidades.

No olvide, en cualquier caso que en octubre de 1987 la Bolsa española se colapsó, en un proceso que duró varias semanas. El 10 de octubre de 2008 el Ibex registró una caída del 9,1%, la mayor caída intradía de su historia. El 19 de octubre de 1987, el Dow Jones bajó el 22,6%, también la mayor caída intradía de su historia. Los grandes crash de la Historia de la Bolsa siempre se han producido en octubre. Por eso se le llama el mes de los miedos. El día después de estos sucesos ha confirmado que los crash han sido magníficas oportunidades de entrada en el mercado. Además, la estadística demuestra, que octubre es un buen mes de entrada en Bolsa, bajo la premisa de la anticipación a la recta final del año y principios del ejercicio siguiente ¿Por qué? Porque es en este periodo cuando se producen las entradas ciertas de dinero procedentes de fondos de pensiones y de los excedentes del ahorro. Para los optimistas, una situación ideal para hacer cartera en un ciclo histórico, el ciclo de la Gran Represión Financiera y del mantenimiento de tipos congelados sin fecha de caducidad..."


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