Ya han presentado un tercio de las compañías en Europa, lo que permite hacer una aproximación a la evolución de los mismos, como hacíamos la semana pasada con los de Estados Unidos. Al contrario de lo que pasaba con las compañías del S&P 500, la sorpresa en Europa no está siendo la tónica general de estos resultados, y mucho menos por el lado de las ventas. Aguantan márgenes, lo que permite que el crecimiento anual de beneficio por acción sea ahora mismo positivo, pero siguen sin acompañar las ventas, reflejando una peor dinámica que sus homólogas americanas.

¿Estaremos ante un punto de inflexión y se acabó la recesión de beneficios? Esa es la pregunta que deberíamos hacernos a partir de ahora. Hay que vigilar las previsiones, los resultados son indicadores pasados, y un trimestre no hace tendencia, pero lo que si parece probable, es que las empresas europeas presenten después de cinco trimestres de recesión en beneficios. Estos resultados positivos son básicamente por el crecimiento a doble dígito de las compañías de consumo, los únicos que sorprenden en ventas. Las utilities, por el efecto de base de sus malos resultados el año pasado, y el inmobiliario que sigue favorecido por la revaluación de los activos.