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"Bonos corporativos, cédulas, convertibles, pagarés, CoCos…Es el nuevo y gran corralito inversor"

por La Carta de la Bolsa Hace 8 años
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"Un año después, se cumple el peor de nuestros pronósticos: la regulación bancaria, el mal enfoque de los bancos centrales respecto a los tipos de interés negativos y la conformación de una Represión Financiera sin precedentes en la Historia Económica ha llevado a millones de inversores de todo el mundo al matadero. Hay miles de emisiones de bonos corporativos, CoCos, convertibles, pagarés, cédulas y demás instrumentos financieros, iguales o peor que las preferentes, que no se pueden vender, porque no hay liquidez. Este es el nuevo y gran corralito. Según datos provisionales, las emisiones de deuda privada sólo de 2015 alcanzaron los 200.000 millones de euros, emisión neta de deuda corporativa y financiera, la cifra más elevada  de emisiones desde 2009. Supuso un aumento del 34 % sobre los niveles de 2014, con independencia de que el emisor final sea local o no. La mayor parte de la emisión fue a nivel corporativo,  con más de 142.000 millones de euros. La emisión bruta por 250.000 millones de euros, por el contrario, apenas subió un 5.0 %. Lo que subyacía en esta "tranquilidad" es lo mismo a la propia confirmación de cuál es el riesgo ahora sobre los mercados: Grecia, Fed, crudo...no, el principal riesgo es precisamente la iliquidez de estos activos, que ha puesto en el disparadero a grandes bancos, como el Commerzbank, y dejado sin euro a millones de inversores en el mundo", me dice el analista jefe de un banco londinense

En este encuadre, un interesante gráfico para meditar sobre el proceso de desintermediación bancaria en Europa al mismo tiempo que la fuerte recuperación de otro proceso, el de consolidación.  Son crecimientos en cifra anual.

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Acto seguido, hablo con un gestor de patrimonios: "El corralito que afecta a millones de ahorradores europeos, americanos, chinos, japoneses (y españoles, claro) no es otro que la pérdida de valor de los instrumentos elegidos para colocar su dinero, porque la demanda en los mercados secundarios, si es que este ahorrador necesita su dinero antes del vencimiento, es nula en estos momentos y, además, mucho peor que la manifestada por los fondos buitre: los descuentos sobre precios teóricos son atroces, similares, incluso superiores, a los que ofrecen las preferentes. Y esto es así, porque en los últimos cuatro años, a golpe de QE y de Represión financiera, se ha creado la mayor Bolsa ilíquida de instrumentos financieros.."

"Incluso los inversores que yo consideraba que tenían los nervios de acero han caído en la Gran Trampa, en la que yo denomino Bolsa de iliquidez. A la sombra de tipos cero, que se han mantenido durante meses y meses, unos y otros han emitido títulos de renta fija hasta la saciedad aprovechando, precisamente, la desazón de muchos ahorradores, que han visto cómo las letras del Estado apenas rendían algo, que la Bolsa es una ratonera, mucho humo, y que el tiempo pasa sin que su ahorro merezca mejor trato. Hay que tener, digo, nervios de acero y esperar con el dinero en la cuenta corriente sin recibir remuneración alguna. Es más, el dinero en el banco cuesta dinero. Pero es lo que hay. Ya vendrán otros tiempos, que vendrán. La avalancha de emisiones de bancos, cajas de ahorro y empresa con bonos convertibles, preferentes, cédulas hipotecarias...no tienen precedentes. Han dejado el mercado exangüe ¿Qué pasará a continuación? La experiencia demuestra que muchas de estas emisiones registrarán caídas de precios en picado, porque no habrá demandantes en los mercados secundarios, pero sí muchos oferentes. Se ha creado la Madre de Todas las Bolsas ilíquidas. Compras hoy un pagaré al 100% y mañana, si necesitas el dinero, te lo recomprarán al 70% o menos..."

“...Algunos me dicen que esperan al vencimiento. Llegado el vencimiento, les digo yo, muchas empresas te van a dar un abrazo. ¡Y date por satisfecho! Otras te darán papel por papel, es decir, te renovarán el que tienes. Y algunas ni siquiera llegarán al vencimiento. A la gente le cuesta mucho enfrentarse a la realidad y reconocer que no hay dinero para todos. Les cuesta reconocer, además, que hay empresas cotizadas en Bolsa que llevan mucho tiempo con la cotización suspendida, lo que confirma que el tejido empresarial español no es tan sano como se pregona. Por eso, el aluvión de emisiones reciente va a dejar muchos cacareando y sin pluma. Nadie hay seguro y la renta fija, como todo el mundo debería saber, ni es renta ni es fija…”


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