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¿Y por qué los tipos de interés negativos?

por José Luis Martínez Campuzano Portavoz Asociación Española de Banca Hace 8 años
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Es bastante probable que el ECB decida el próximo jueves comprar más deuda y durante más tiempo. Incluso no descarto medidas adicionales de flexibilidad en el crédito, alargando los TLTROs o matizando su obligación de trasladarse a préstamos. Pero, sin lugar a dudas, la decisión estrella que puede tomar se refiere a los tipos de interés del depósito ahora en negativo de 0.2 %. En definitiva, la "comisión" que paga la banca al ECB para que gestione su exceso de reservas. ¿Tiene sentido que centralice el debate en el mercado?.

En junio del año pasado el ECB publicaba una pequeña nota donde justificaba la existencia de tipos de interés negativos en el depósito....

Muy sencillo: el ECB tiene como objetivo lograr la estabilidad de la inflación a medio plazo en el 2 %; utiliza los tipos de interés para ello; de los tres tipos de interés de intervención (marginal, alto; refinanciación, principal; depósito, bajo), fijar el tipo de refinanciación en el 0.15 % llevó a -0.1 % el tipo de depósito para mantener el spread normal entre ambos; en principio, facilita la transmisión de la política monetaria. Más adelante, ya en septiembre del mismo año, el ECB decidió un nuevo recorte de tipos hasta dejarlos de 10 p.b. hasta situar el tipo de interés de depósitos en -0.2 % (0.05 % refinanciación y 0.3 % el marginal). Por cierto, en octubre de 2008 la relación de tipos era de 4.25 %/3.75 %/3.25 %. Naturalmente, eran otros tiempos.

Del -0.2 % al -0.3 %. Incluso, por qué no, tras la filtración en los medios de una nueva información del ECB, ahora ya incluso se baraja un recorte de -0.2 puntos hasta situarlo en -0.4 %. ¿La razón? Relean los argumentos oficiales anteriores: luchar contra los riesgos de desinflación. Al final, superar el círculo vicioso que supone el desapalancamiento y capacidad infrautilizada con la presión a la baja de los precios externos. Pero, si lo piensan con más calma, de estos tres factores sólo el último tiene un efecto a corto plazo claro para combatir la presión a la baja de la inflación. Naturalmente, me refiero al impacto a la baja sobre la moneda. Una medida exitosa, considerando la fuerte caída del EUR desde que el Presidente Draghi comenzó a hablar hace dos meses de tomar nuevas medidas expansivas.

¿El coste de esta medida? Se alude al impacto que supone el tipo de depósitos en negativo durante un largo periodo de tiempo sobre el mercado de repos. También, la presión al alza sobre los precios de los activos financieros. Especialmente la deuda a corto plazo europea, algo que ya percibimos. De hecho, cada vez más allá de los plazos cortos en la curva de tipos. Distorsión del mercado y distorsión en la asignación de recursos, lo que puede llevar a una mayor infravaloración del riesgo y potenciales excesos (precios y deuda) en las carteras. Pero, todo esto lo sabe ya el ECB. Aunque en este caso debe tener claras las prioridades a corto plazo frente a los potenciales riesgos a medio y largo.

¿Es un EUR competitivo lo que busca? No lo creo, aunque todo ayuda sin duda a conseguir el objetivo último de la inflación. Pero, ¿más caída en la moneda europea? Tampoco lo creo, desde los niveles ya bajos actuales. La razón es clara: la caída libre del EUR podría poner de nuevo sobre la mesa el riesgo de estabilidad financiera de la zona, especialmente tras las fuertes entradas de inversión exterior de los últimos años. Además, desde la perspectiva de otros países resulta ciertamente difícil de entender que una zona acreedora (con superávit de balanza exterior) tenga una moneda consistentemente a la baja.


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