"Uno de los fenómenos mediáticos que más me ha impresionado ha sido el gran despliegue publicitario, que pagarán los clientes, claro, de despachos de abogados a la caza y captura de bancos y cajas de ahorro, que, al parecer, hicieron mal uso de la comercialización de unos productos financieros aprobados por el Regulador. Abogados, nuevos inquisidores, que están dispuestos a no dejar títere con cabeza y, en el mismo acto, engrosar las cuentas de resultados propias, ahora que el negocio de la Abogacía, como tantos otros negocios, ya no es lo que era. Abogados que se anuncian en autobuses urbanos, televisiones de todas clases, marquesinas, radios y farolas. El filón, la veta la han encontrado, primero en Bankia a raíz del populismo, sin precedentes, generado alrededor de esta entidad y los bankianos, que dispararon con pólvora ajena contra todo lo que se movía. Un hecho interpretado por algunos jueces como alarma social. Y a partir de ahí, los despachos de abogados ya tiran con bala contra todos los productos financieros..."

"Esta es la madre del cordero: el populismo contra la bancos, que solapa, en el mismo acto, la ignorancia financiera de miles de ciudadanos, pero que no condena la avaricia desmedida de estos inversores. La banca, como siempre, está actuando tarde, mal y nunca, pese a contar con una Asociación, que la representa. La banca, como siempre, pensó que todo se resolvería en el caso Bankia y sólo en este caso. Tremendo y muy grave error...", me dice el analista jefe de un banco de inversión.

A propósito de este caso repito LA CARTA del 5 de marzo:

Miguel C., con DNI xxxx, vecino de Madrid y economista en ejercicio, me envía un correo electrónico demoledor: "Estimado director. En los últimos meses he observado cómo determinados despachos de otros tantos abogados se publicitan en medios de diversa índole (radio, prensa, televisión, internet) animando a los accionistas de Bankia a pedir el oro y el moro, que les devuelvan el dinero de la salida a Bolsa, por un informe de dos peritos que ponen patas arriba las cuentas de la entidad en el momento de la OPS. El resumen de toda esta historia, avalada en primera instancia (ya veremos qué pasa en otras) por el juez, que, además, ha exigido unas garantías milmillonarias, es que los inversores que acudieron a la oferta de acciones fueron engañados, estafados. Mi correo no se centra en este caso, que creo que aún no está saldado, porque Reguladores, el Estado y el propio banco deben defenderse, sino en otros mucho más, que, según criterios observados, pueden ser considerados engaños y estafas..."

"¿Pueden los abogados y jueces recuperar el dinero que miles de empresas, familias y ciudadanos hemos perdido en Santander, BBVA, FCC, Amper, Sacyr, Colonial, Banco Popular, Bankinter y, en definitiva, en casi toda la Bolsa española ¿Se salva Inditex? en los últimos años. Lo normal, para los que seguimos la Bolsa desde siempre, es soltar una gruesa carcajada, pero visto lo visto, quizá no, quizá haya puertas a la esperanza..."

"Ejemplos: empresas que han proyectado y rubricado Planes Estratégicos, que me han inducido a comprar, pero que luego no cumplen (luego, me han engañado). Empresas que rebajan o anulan el dividendo, cuando me habían anunciado lo contrario (nuevo engaño). Empresas que manejan mal la caja y la contabilidad y que hacen lo contrario de lo que dijeron (otro engaño)..."

"¿Y Qué pasa con la Autoridad Bancaria Europea cuando da por buenas las pruebas de estrés bancarias y luego hay bancos que se en necesitados de más capital? Lo hemos visto en España y en otros países de Europa, con reacciones fuertemente bajistas de sus acciones en Bolsa ¿Le tengo que pedir el dinero a la Autoridad Bancaria Europea?.."

"¿Tendrá Aena otro desenlace judicial fatídico si por mor de las circunstancias hay guerra en Grecia, en Rusia o donde sea, con serias implicaciones en el tráfico aéreo?..."

"La relación de despropósitos es muy, muy amplia. El populismo llega a la Bolsa, lo peor que puede ocurrir. Populismo intervencionista, sin pies ni cabeza. Querer poner puertas al campo.."

"Hay que frenar estos movimientos. Refrescar la memoria. ¡Cuidado con el intervencionismo! Un enjuiciamiento en este sentido: Si se habla simplemente de “intervencionismo” se entiende con esta expresión la indebida injerencia de un Estado en los asuntos internos de otro, que en su expresión más extrema conduce al <imperialismo. La historia está llena de acciones de este tipo. Pero si se habla de intervencionismo estatal se quiere denotar la tendencia a promover la participación de la autoridad pública en el proceso de la economía, ya para asumir la gestión directa de determinadas áreas de la producción, ya para alentar o desalentar ciertas actividades según su conveniencia social, ya para restituir la libre competencia cuando ésta se ha perdido por la acción monopolista, ya para utilizar el sistema tributario y la seguridad social como instrumentos de distribución del ingreso, ya para cortar abusos del poder económico privado o para orientar la economía de un país en determinada dirección. En casos extremos, la intervención estatal puede llegar a la estatificación de los instrumentos de producción —tierras, minas, aguas, bosques, fábricas, almacenes, servicios— como en la experiencia marxista de las décadas pasadas...."