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Reconozco que he tenido algunas dudas al elegir el título de esta Nota. La otra alternativa que discutía conmigo mismo al título elegido era "No sabe, no contesta". ¿Qué les parece? Lo bueno, como todo en la vida, lo mejor es ir al grano. Y en este momento, Alemania y Grecia vuelven a ser los dos extremos opuestos en que se mueve la zona Euro. Realmente, ha sido así desde el principio de esta Crisis inacabada del Euro.

Integración financiera. Sí, el retraso en la formación de Gobierno en Alemania podría estar detrás de los aplazamientos en la integración financiera. Realmente todos queremos pensar así, ante la alternativa de posiciones irreconciliables (más allá de la política interna está la propia representación democrática) que podrían llevarnos a un callejón sin salida y por tanto sin solución viable a corto plazo. El cambio en el Tratado no lo es en mi opinión. Al final, prospera la solución menos costosa social y políticamente hablando. Me refiero a que sea el ECB el que asuma la responsabilidad de reconducir la Crisis quizás esperando tiempos mejores. Lo interesante, con todo, es que a nivel internacional se está comenzando a presionar a las autoridades alemanas, las presentes y las futuras, para que asuman un papel más relevante como motor de crecimiento....mundial. Ahora hablamos del Tesoro norteamericano, que en la última reflexión sobre los desequilibrios a nivel mundial alude expresamente  al Gobierno alemán como que infrautiliza las posibilidades de crecer por el lado de la demanda. Interesante que en el mismo documento relaje la presión sobre el Gobierno japonés.

Hoy comienza el análisis del ECB sobre la banca europea que debe desembocar en su posición de supervisor único en un año. O más tarde si el resto del Mecanismo no se pone en funcionamiento o si lo hace de forma limitada.

¿Alemania es el problema? ¿de qué problema hablamos?.

En sentido opuesto, tenemos el ejemplo de Grecia. Un caso extremo sin duda. El Gobierno griego ha admitido que necesitará fondos adicionales que cubran un desfase de más de 10 bn. $ entre 2014/2015. Menos de la mitad probablemente ya el próximo año. ¿De dónde viene esta falta de fondos? Siempre podremos achacarlo a un peor comportamiento económico sobre lo previsto. Pero me temo que hay algo más: desde el retraso en las privatizaciones previstas hasta aplazamientos por el momento sin fecha en determinados ajustes previstos de gastos. Ahora la pregunta clave: ¿quién pondrá este dinero? Y sin exigencias adicionales, como ha pedido ya abiertamente el Gobierno griego. A cambio ofrece los ajustes sí emprendidos así como el dato no cuestionable de que probablemente ya este ejercicio presente superávit primario. ¿Suficiente? Un nivel de deuda pública del 177 % del PIB, aún déficit por cuenta corriente; en frente, casi seis años de recesión y una pérdida acumulada de producto en este periodo cercana al 26 %. ¿Se le puede pedir más? ¿se le puede dar más? ¿sin condiciones?. Probablemente el FMI quedará en esta ocasión fuera del nuevo paquete de rescate (el quinto creo) al no estar asegurada la financiación del país a corto plazo. Pero hay algo más: la solvencia de la deuda pública es más que cuestionable dada la combinación de crecimiento potencial y su elevado  nivel. Por cierto, a nivel europeo nadie quiere hablar de una potencial reestructuración de la deuda que afecte a la poseída por las propias autoridades europea. 

La próxima Cumbre Europea de diciembre será clave. Aunque no mucha más que otras reuniones anteriores. Pero, para muchos, las claves serán las reuniones del ECB de aquí a final de año. O durante el próximo ejercicio. Al final, nos conformamos con muy poco.

 


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