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A mí me dan 400 euros y otros 400 a mi compañero ¿Para qué voy a cuidar de su madre?...

por La Carta de la Bolsa Hace 9 años
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Me lo cuenta un amigo. Una historia que recorre ciudades y pueblos de España al socaire de las ayudas públicas a parados o ciudadanos sin recursos, que son mal interpretadas y peor utilizadas por un sector creciente de la población. "La gente mayor en los pueblos lo tiene cada vez más difícil cuando los hijos trabajan o tienen a cargo otros familiares. No encontramos a nadie para que cuide a la abuela. Vienen unas semanas y se marchan. Volvemos contratar a otra persona, y más de los mismo. En las ciudades es diferente. La que gente que cuida a los mayores emplea sus días de ocio para ir a los grandes almacenes. O simplemente, subir al autobús y ver la ciudad. En las ciudades hay bares y cafeterías. Gentes por las calles. En los pueblos, el invierno es muy largo. Lo normal es que no te encuentres a nadie por las calles. Apenas hay bares y ninguna cafetería. El silencio de los pueblos en invierno acaba con los cuidadores de ancianos..."

"Pero no sólo es la soledad de las calles, el silencio en el aire o el frío que corta la frente e hiela las manos. En los pueblos algunos han aprendido a atar los perros con longaniza. Hay lugareños e inmigrantes que se las saben todas. Y mucho más. La semana pasada contactamos con una potencial cuidadora de la abuela. Le ofrecimos un buen suelo, la casa, comida, calefacción. Una situación confortante. Nos dijo que no..."

"Cuando nos dijo la razón principal de su negativa nos quedamos helados: yo cobro 400 euros de ayuda todos los meses y mi compañero, mi novio, la persona con la que vivo otros 400. Total, 800 euros del ala, que en un pueblo es mucho dinero. Luego, contamos con ayuda de loa gente. unas veces, huevos. Otra, leña para la estufa. En fin, ya sabes. Y en verano, cuando los huertos están repletos de tomates, patatas, pimientos y pepinos, pues aún mejor..."

Me pregunta mi amigo la sinrazón de este fenómeno, muy extendido en el Reino de España y extrapola, en el mismo acto, la insensibilidad de la ciudadanía ante los casos de corrupción política generalizada en todos (todos) los partidos políticos. "La corrupción y los recursos mal utilizados, la falta de solidaridad van de abajo a arriba y de arriba a abajo. Hay mucho truhán y buscavidas por estos mundos de Dios", me dice.

"¿Quién es el culpable de todo esto?", me pregunta. "La idea, la ayuda solidaria es buena, pero su uso no siempre es el correcto", se responde a sí mismo "¿Es esto lo que quieren aplicar de manera generalizada los movimientos populistas", insiste "¿Acaso no hay nadie capaz de vigilar y de controlar el buen uso de los fondos públicos, como garantía del principio de solidaridad? En los pueblos nos conocemos todos. Sabemos quiénes actúan bien y mal. En las ciudades hay asistente sociales ¿Por qué no se corrigen estas situaciones?.."


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