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Este número puede predecir la burbuja bursátil

por Carlos Montero Hace 9 años
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Ya que el mercado alcista en acciones y bonos no muestra signos de desaceleración, los inversores están tratando saber cuándo ocurrirá el próximo crash. No solo La Carta de la Bolsa. Los medios financieros en estos días están llenos de un mensaje contradictorio: el crecimiento está llegando y es el momento para invertir, hasta que todo finalice como lo hace casi siempre, con un descenso abrupto.

La única pregunta es cuándo.

Es en este clima actual, el Centro para la Estabilidad Financiera (CFS) emitió un informe a finales del mes pasado sobre la liquidez de los mercados financieros. Sin unos buenos conocimientos financieros o económicos, el informe puede ser difícil de entender, pero básicamente mide los fondos del mercado monetario, los acuerdos de recompra y papeles comerciales - los instrumentos que le dan al sector privado el crédito, o capacidad, para expandirse. Piense en ello como el camino del mercado privado para imprimir dinero.

El CFS encontró que el crédito a corto plazo, creado y comercializado fuera del sistema bancario, se expandió ligeramente entre enero y febrero. Eso es notable, como explica Michael Casey de The Wall Street Journal, porque es la primera vez que sucede desde el colapso de Bear Stearns en marzo de 2008 y puede ser algo positivo porque "la demanda de este tipo de instrumentos de crédito podría ayudar a impulsar la economía a través del mercado del papel comercial".

Un mercado de crédito activo le quitaría presión a la Fed para proporcionar dinero barato. El libre mercado estaría trabajando de nuevo para lo que fue diseñado, dice David Weidner de MarketWatch.

"El crédito a corto plazo solía ser de la competencia principal de los bancos, pero redujeron su participación debido a los cambios del entorno y las nuevas regulaciones que se promulgaron como parte de la Ley Dodd-Frank de 2010. Si está familiarizado con el término "banca en la sombra", es ahí donde se está creando ese nuevo dinero.

Así que el hecho de que esta parte del sistema de crédito esté creciendo lentamente se puede tomar como un hecho positivo. Esto demuestra la inversión de los prestatarios (en su mayoría empresas), y la confianza de los prestamistas (bancos, fondos y otras instituciones).

Eso significa que el reciente aumento de estos productos de crédito es una buena señal de que los mercados financieros se están moviendo de nuevo en el equilibrio. Los inversores y las aseguradoras privadas están regresando para dar un respiro a la Fed.

 

En el corto plazo, esto es, obviamente, algo bueno. Pero hay un límite. Si observan el gráfico adjunto (arriba), se puede ver que este mercado comenzó a explotar durante los años de la burbuja que condujeron a la crisis financiera y la Gran Recesión. En 2000, se desvió muy por encima de la línea de tendencia (al igual que los precios de la vivienda). En el año 2008, era un mercado 7,5 billones de dólares, sobredimensionado en un 50%, de acuerdo con los estándares históricos.

Hoy en día, el mercado de crédito bancario en la sombra está en 4,12 billones de dólares. Esto sigue estando más de un 40% por debajo de la línea de tendencia. De hecho, esto hizo que el presidente del CFS Lawrence Goodman escribiera en el mismo informe: "el mundo está plagado de una escasez de liquidez en el mercado financiero a pesar de un exceso de liquidez del banco central".

Así que el mercado no sólo tiene tiempo suficiente y capacidad para elevar de forma segura este número, tiene que elevarlo. El peligro viene una vez que el crédito otorgado por bancos en la sombra se acerca o cruza la línea de tendencia a largo plazo. Al ritmo actual, esto no va a suceder hasta dentro de unos años, pero el préstamo se acelerará una vez que las tasas de interés suban y la financiación privada se convierta en la opción más asequible para los prestatarios.

Una vez que el crédito bancario en la sombra cruce la línea, los inversores deben saber que es probable que se acerque el final. También deben tener en cuenta que estas no son instituciones reguladas como los bancos. Así que podrían colapsar en cuestión de meses, semanas o días. También, están ligados a los bancos a través de acuerdos de contraparte que se ejecutan en ambos sentidos.

En última instancia, mantener un ojo en la cantidad de crédito que asumen las entidades no bancarias es un buen indicador para los inversores. Si hay una lección que nos deja la crisis financiera, es que cuando Wall Street comienza a elevar el riesgo, probablemente debería reducir el suyo."


Fuentes: David Weidner


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