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La culpa no siempre es de los demás

por CapitalBolsa Hace 10 años
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Hoy es día de análisis de grandes variables contables de los bancos, presentan resultados millonarios y es necesario hacer un ejercicio introspectivo de qué está pasando realmente en estos tiempos de crisis. Es doloroso comparar las ganancias de las dos entidades más grandes de España con las cifras de pobreza que manejamos, más de tres millones de personas viviendo con menos de 307 euros al mes, más de un 25% de la población infantil pasando hambre a día de hoy y según Intermón Oxfam, dentro de 12 años podría haber 20 millones de pobres en nuestro país.

No, no es demagogia, es dosis de realidad en cifras y necesidad de acometer un cambio estructural en el modelo productivo que empieza por cada uno de nosotros. El origen de la crisis financiera está en las hipotecas subprime que después lo contagiaron todo e hicieron que la crisis fuera económica. Es necesario reflexionar sobre este punto, puesto que aunque es cierto que para salir de ésta es necesario el concurso de las autoridades y del propio sistema financiero que ha de abrir el grifo del crédito, en el origen de todo, también los ciudadanos tenemos una parte de responsabilidad.

La falta de cultura financiera ha provocado que un alto porcentaje de la población se haya dejado llevar por argumentos comerciales para invertir y no por el análisis de su perfil financiero y la adaptación de los productos de inversión a ese perfil. Es cierto que tiene mayor responsabilidad quien sabiendo, cometió errores y se dejó llevar por la codicia para ganar dinero. El sistema financiero ha cometido severos errores y ha de responsabilizarse de ellos, pero aunque en menor medida, también nosotros hemos de responsabilizarnos de nuestros errores. Porque aunque no todos, ni mucho menos, ha habido un porcentaje de población que sí ha vivido por encima de sus posibilidades, acuciado por un sistema financiero ávido de clientes a cualquier precio, cierto. Hay que ir al fondo de los problemas y nos estamos quedando en la superficie, si no aprendemos a ser ciudadanos financieramente cultos, volveremos a cometer los mismos errores y volverán a colarnos productos complejos que no sabemos cómo funcionan. Y después volverán las penas.

Por supuesto que una gran parte de la responsabilidad es de quien teniendo la información, no nos ha instruido correctamente. Eso es innegable, pero si aprendemos a construir nuestros muros de defensa, repeleremos los ataques con conocimiento. No podemos dejarnos llevar por la corriente porque no sabemos dónde desemboca. Ejemplos como el de la entrada de Bill Gates en FCC con la compra del 6% de su accionariado dan buena cuenta de que nuestro sistema mental no ha cambiado en absoluto: al día siguiente subió más de un 8% y todo porque Gates ha decidido poner su foco de atención en la española. No es el único ejemplo, recuerden como hace unos días los títulos de la empresa Tweeter se revalorizaron en un día un 600% por un ¡error! Su parecido con Twitter hizo que muchos inversores se lanzaran a la compra de títulos cuando en realidad, la red social únicamente ha anunciado su salida a bolsa pero ¡no ha dicho cuándo! Por cierto que los títulos de tweeter estaban en el olvido, en un mercado secundario porque la compañía se liquidó hace cinco años.  Sería cómico si no fuera real…

No hay lugar para la risa cuando está en juego nuestro futuro, el de los ciudadanos, no el de las grandes empresas. Está demostrado que los grandes aguantan el envite de la crisis, pero y ¿la clase media? Aprendamos de los errores y aprovechemos esta crisis para aprender a aprender, para vigilar nuestros intereses, para que no nos den gato por liebre y encima demos las gracias. Porque aunque ahora es responsabilidad de las autoridades y del sector financiero devolver la confianza a un país roto, en el origen que no en las consecuencias, estamos también cada uno de nosotros. En menor porcentaje, pero estamos. Así que  miremos más allá de la viga en el ojo ajeno.

La autocrítica no tiene efectos secundarios negativos aunque parezca que sí y nos puede ayudar en el futuro a ser ciudadanos más libres. El conocimiento es el camino hacia una sociedad más justa. 


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  • La culpa, por tanto, del sistema bancario, ya que es el que ofrece, el que se supone de qué va esto... Y del Gobierno, por permitirlo... "...los corralitos ocurren, básicamente, porque los bancos no tienen el dinero íntegro que sus clientes han ingresado en los mismos. Como no lo tienen, si todos van a retirarlo, no pueden devolverlo. Y eso es así porque los gobiernos han permitido libertad total a los bancos, que es una empresa privada, no lo olvidemos. Tienen demasiados privilegios. Si uno montara una empresa, no tendría tantos privilegios jugando con el dinero de los otros. Pues bien, los bancos tienen la obligación de tener unas provisiones, o sea, capital dentro de su banco para salvar cualquier contingencia que surja..." Extracto del artículo: "Corralitos, cómo actuar para que no sucedan" http://www.maxglo.com/articulos.aspx?id=574&l=1
    25 Oct, 14:35

  • Esa fue la razón de la crisis, se buscó clientes debajo de las piedras, se dio dinero sin revisar si podían pagar sus deudas ante una crisis...
    25 Oct, 14:31

  • Gran artículo, destacaría este párrafo, pondría en negrita lo del sistema financiero ávido... "...ha habido un porcentaje de población que sí ha vivido por encima de sus posibilidades, acuciado por un sistema financiero ávido de clientes a cualquier precio..."
    25 Oct, 14:25