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"Aún no se siente". ¿Cuántas veces han escuchado la expresión anterior al referirse a la recuperación económica en España? Una mejora macro aún no percibida del todo a nivel micro. Sí, las cosas parece que no van a peor. Pero, ¿recuperación completa? Eso aún no se percibe.

La prioridad inicial es dejar de caer; más tarde, comenzar a crecer. Y lo fundamental, es que este crecimiento sea "sano". Entiéndanme: aquí no me refiero a que sea sostenible en el tiempo. Pero esto último sin duda es fundamental: sector exterior, inversión, consumo; este es el proceso normal para el desarrollo de la recuperación. Un crecimiento con un aumento del stock de capital y de alta productividad. Al final, un aumento del crecimiento potencial que lleva a que la recuperación se acelere con el tiempo sin producir desequilibrios. Sin duda, esto es lo deseable. Pero, aquí hablamos de desequilibrios macro: inflación, deuda, déficit exterior. Y sin embargo, hay otros desequilibrios igual de relevantes que no se deben obviar pasándolos a segundo plano en el esfuerzo por mejorar las perspectivas económicas.

Por ejemplo, sin duda un crecimiento fuerte es importante. Pero, debe ser un crecimiento generalizado (que no uniforme) en los diferentes sectores de la economía. La rapidez de la aceleración es también fundamental, de forma que se sienta lo antes posible en el desempleo. Un crecimiento que ofrezca igualdad de oportunidades a todos los desempleados. Naturalmente, con la posibilidad de reciclarse a partir de la mejor formación.  Y la mejor formación, adecuada para los jóvenes de forma que ellos y los desempleados de mayor edad puedan ser también beneficiados por la mejora económica. No me olvido de la protección, de forma que también sea un crecimiento justo. ¿Lo ven factible? Pues estas son las características del crecimiento sano.

Quizás es que pido demasiado. Pero, sinceramente, creo que no sólo debemos fomentar el crecimiento como buscar un "crecimiento de calidad". Y por esto considero que nunca se debe dar el trabajo por finalizado en término de reformas y ajustes que necesita la economía para conseguirlo. Un crecimiento elevado, sostenible pero también un crecimiento social en toda la amplitud de la palabra: que favorezca un aumento del nivel de vida y reduzca la pobreza. ¿Cómo determinar cuándo el crecimiento es de calidad? En un reciente trabajo, el FMI determina dos grandes indicadores  que se deben considerar:

1.      El tipo de crecimiento: fuerza, estabilidad, diversificación entre sectores productivos y su proyección exterior
2.      El capital humano, especialmente formación: educación . Pero también aspectos como la esperanza de vida y nivel de pobreza

Durante la Gran Moderación vimos a numerosos países, especialmente en desarrollo, que se beneficiaron de un fuerte y rápido crecimiento que escondía importantes desigualdades. La prioridad para sus autoridades era crecer, aunque ello conllevará muchas dudas sobre su sostenibilidad en términos sociales y políticos. Sólo ha bastado que el ritmo económico se desacelere para crecer las tensiones sociales y políticas. Un caldo de cultivo propicio para populismo y radicalismo de todo tipo. Es un buen ejemplo para que las autoridades primen sobre todo que el crecimiento que persigan sea de calidad. Estoy convencido de que todos ustedes están de acuerdo en ello.


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