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Efectivamente, a partir del segundo trimestre, la actividad económica volvió a crecer y se detuvo el deterioro del mercado de trabajo, dejando atrás una larga etapa de recesión en la que el PIB cayó durante seis trimestres consecutivos. Con todo, en el conjunto del año, la reactivación económica fue débil, condicionada por el escaso dinamismo de las rentas, los efectos de un deterioro prologado del mercado de trabajo y la necesidad de corregir los elevados niveles de endeudamiento público y privado…

¿Saben de qué país o países hablo? No, no es España. Pero incorpora a España. Lo he obtenido del último informe mensual del Banco de España conocido ayer. Se refiere a la zona EUR, en una nota centrada en la evolución de las finanzas del sector privado durante el año pasado.

Probablemente encontraran más “coincidencias” en los próximos párrafos. Y de hecho, también se explicarán al leerlo buena parte de las decisiones tomadas por el ECB en el pasado. Y anticiparán las del futuro próximo.

Aquí tienen algunos extractos de la Nota:

· Familias

Durante 2013 los ingresos de los hogares continuaron mostrando una notable debilidad que supuso una pérdida de poder  adquisitivo por quinto año consecutivo.

El escaso crecimiento de la renta nominal de las familias fue fundamentalmente el reflejo de la caída del empleo.

El comportamiento del consumo vino condicionado por el escaso dinamismo de los ingresos.

El comportamiento de la tasa de ahorro por países fue muy dispar, con la  nota común de que en todos, salvo en Portugal, la tasa de ahorro permaneció en un nivel inferior al nivel medio desde 2007.

La debilidad de la renta y la contención del ahorro, así como la necesidad de reducir el  endeudamiento contribuyeron a que la inversión financiera de los hogares prolongara la tendencia descendente que inició en 2007.

En términos de flujos, las familias realizaron por primera vez desde que comenzó la crisis amortizaciones netas de préstamos, por un importe del 0,2 % del PIB.

El valor de los activos no financieros —principalmente inmobiliarios— registró una caída del 2 % por segundo año consecutivo.

La revalorización de los activos financieros durante 2013 hizo que la riqueza financiera de  los hogares, que representa más del 40 % del total del patrimonio bruto del sector, se incrementara un 4 %.

Fueron las tenencias de acciones y otras participaciones,  que suponían algo más del 25 % del total de activos financieros a finales  de 2013, las que generaron las ganancias patrimoniales del sector.

La ratio de deuda sobre el PIB se situó a  finales de 2013 en el 64 %, solamente un punto porcentual (pp) inferior a la de 2012 y un nivel todavía superior a la de 2008.

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· Empresas

La capacidad de las sociedades no financieras (SNF) para generar recursos internamente experimentó una mejora gracias al tímido repunte del valor añadido y a la contención en la remuneración de los asalariados.

Los mayores beneficios permitieron una recuperación de la financiación interna de las empresas —aproximada como el ahorro bruto (beneficios retenidos) más las transferencias de capital netas— que aumentó más de un 4 %.

El pasivo de las empresas se incrementó de manera moderada, apoyado en la expansión de los recursos propios. La financiación externa con coste, en cambio, se redujo ligeramente, al tiempo que prosiguió una recomposición hacia los valores de renta fija y en detrimento de los préstamos bancarios.

El endeudamiento de las empresas permaneció en niveles históricamente elevados. La  deuda de las SNF sobre el PIB se situó cerca del 99,4 % del PIB, frente a más del 101 % en 2012, registro todavía algo superior al nivel de 2008.

La mayor estabilización de la actividad económica en 2013 contribuyó a una ligera mejora de la situación económica y financiera de las pymes —empresas con menos de 250 empleados—, aunque no tan favorable como en el caso de las empresas de mayor tamaño.

Las necesidades de fondos ajenos de las pymes continuaron aumentando, situándose en torno al 4 % la proporción neta de pymes que reportó unas mayores necesidades de financiación bancaria en la dos últimas encuestas de la SAFE.

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