Ciclo 40 días
El S&P 500 va a disponer durante la próxima semana de una nueva oportunidad para firmar el finiquito de la fase descendente de este ciclo y uncirse al carro de la fase ascendente. La ocasión no puede ser más propicia. El precio tiene al alcance de la mano la línea horizontal situada en 1.696,55. Romperla, por tanto, le resultaría muy sencillo si los alcistas se animan.

De hecho, el indicador de momento parece deseoso de girarse al alza, en un gesto que sin duda remaría a favor de confirmar que el suelo de este ciclo se formó el jueves de la semana pasada.

Otros dos indicadores que sugieren que un suelo de corto plazo pero de cierto calado debería estar a la vuelta de la esquina son el porcentaje de acciones subiendo y el volumen alcista del S&P 500. Ambos indicadores registran niveles asociados en el pasado reciente con suelos de corto plazo, a los que siguieron rebotes que en el menor de los casos fue del 4,26%.

Ciclo 40 semanas
Lo único reseñable en este ciclo es que la próxima semana se cumple el techo teórico (TT) pronosticado por la onda sinusoidal. El S&P 500 haría bien en reactivarse si quiere evitar que la fase ascendente a la que todavía sigue aupado se vaya al traste.

Entretanto, continuamos huérfanos de una línea horizontal cuya rotura a la baja active la señal de la posible conclusión de esta fase ascendente. Ahora bien, en el caso de que la próxima semana sea alcista, es muy probable que se genere una línea horizontal.

Vamos ahora con los últimos datos sobre la ratio de alcistas elaborada por la Asociación Americana de Inversores Individuales (AAII), cuyo nivel sólo cabe interpretar como neutral.

No quiero terminar este informe sin comentar un estudio muy interesante elaborado por Citibank en el que sus analistas técnicos encuentran similitudes muy notables entre el desempeño actual del Dow Jones y el que registró este índice en los años 1998, 2000 y 2011.

En resumidas cuentas, el estudio prevé que dentro de poco tiempo el Dow Jones caiga como mínimo un 20%. Estos analistas creen que, ante esa caída, la Reserva Federal reaccionará reforzando sus planes de estímulo, acción que sentará las bases para otros dos años más de subidas, tras los cuales una nueva burbuja emergerá (las dos anteriores fueron la de las tecnológicas y la del mercado inmobiliario), llevándonos de cabeza a una nueva crisis financiera y a una nueva recesión.

Lo curioso de este análisis es que coincide al milímetro con el escenario que vengo manejando para los próximos meses, cuyas etapas he explicado numerosas veces. De todos modos, voy a exponerlo de nuevo de forma sucinta. Mi idea es que una vez formado el techo del ciclo de 4 años en octubre o noviembre de este año, asistiremos a una corrección de fuste a la que seguirá la fase ascendente de un nuevo ciclo de 4 años que debería encontrar techo en torno a 2017, de acuerdo con el ciclo decenal. Lo iremos viendo.

Permanezcan atentos.