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Adivinen: ¿Quiénes son los mayores gánsteres de todos?

por Carlos Montero Hace 10 años
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Hoy no les hablaré de Ucrania. Quizás estén algo saturados de información de esta crisis, que por otro lado, da la impresión que se alargará bastante en el tiempo. Como en otras ocasiones, hoy les traeré un artículo publicado en EE.UU. que ha creado gran polémica en los círculos financieros, y que está siendo contestado por un gran número de analistas y gestores profesionales. Me refiero al realizado por Hamilton Nolan en Gawker, con el título: “Los gestores de fondos de cobertura son los mayores gánsteres de todos”

Nolan afirma en este artículo que en 2013 George Soros ganó 4.000 millones de dólares. Otros cinco gestores de fondos de cobertura (hedge funds) ganaron más de 1.000 millones de dólares cada uno. Esto en un ejercicio, en el que los fondos de cobertura lo hicieron mucho peor que los fondos de acciones indexados. Y añade:

Los gestores de fondos de cobertura ganan mucho más dinero que cualquier otra persona en cualquier otro sector financiero. Ellos hacen que el suelo de sus compañeros parezca insignificante. Ningún consejero delegado ganó 80 millones de dólares el último año. Ni los titanes de las sociedades de capital riesgo.

El pago combinado de los diez mejores consejeros delegados con mayores ingresos el año pasado ni siquiera clasificaría entre los 12 gestores de fondos de cobertura con mayores ganancias.

Y esta, por supuesto, es la promesa de los fondos de cobertura: la tierra donde los hombres con grandes atributos y montones de dinero aún más grandes, viven o mueren en su propio éxito. Es el capitalismo en su forma más pura: A los gestores de fondos de cobertura se les dan grandes cantidades para que inviertan, y si ganan dinero se vuelven tremendamente ricos, y si no ganan dinero, están fuera del negocio en dos años. Mediante este ajuste de cuentas, los proveedores de fondos de cobertura comen lo que matan.

Pero, ¿están justificados esos enormes beneficios?

Las comisiones típicas de los fondos de cobertura son del 2%, frente a un 0,2% de un fondo indexado. Carl Icahn ganó 1.700 millones de dólares el año pasado para que el fondo que gestiona tuviera la misma rentabilidad que el mercado de valores. Ray Dalio ganó 900 millones de dólares después de que su principal fondo tuviera una rentabilidad inferior al mercado, lo cual lleva pasando en los dos últimos años.

Cuando se analiza la evolución de la industria de fondos de cobertura en su totalidad, se encuentra que los rendimientos promedio fueron inferiores al 10% el último año, en lo que es el quinto año consecutivo en que estos vehículos altamente sofisticados para inversores altamente sofisticados, lo han hecho peor que el más barato y simple fondo índice de la bolsa, que se puede comprar en línea en unos pocos minutos.

Incluso los peores gestores de fondos de cobertura ganan toneladas de dinero, ya que cobran a sus inversores no sólo un porcentaje fuerte de las ganancias, sino una cuota alrededor del 2% de la cantidad total invertida. Conclusión, un chimpancé que gestionara fondos por valor de 1.000 millones de dólares, se garantizaría un sueldo de 20 millones de dólares al año, incluso si pierde todo el dinero de sus clientes en el proceso. (Este no es un ejemplo exagerado)

De acuerdo que los fondos de cobertura son una estafa para los ricos que no son lo suficientemente sofisticados para comprender que no son sofisticados. Incluso la revista Businessweek llegó a esa inevitable conclusión. No me importa si la gente rica deposita su dinero en malas inversiones, lo que me importa es el hecho de que todo ese dinero va a parar a los bolsillos de las personas más ricas, que pagan menos impuestos que un mecánico que paga con cheques. La mayoría de los beneficios de los fondos de cobertura caen bajo un tipo impositivo especial “carried interest”, lo que significa que están gravados sensiblemente menos que los ingresos regulares.

El año pasado, los 25 gestores de fondos de cobertura con mayores ingresos ganaron en conjunto 24.300 millones de dólares. Si asumimos que la mayoría de estos ingresos están sujetos al “carried interest”, este pequeño grupo de personas por sí mismas cuestan al gobierno miles de millones de dólares en ingresos impositivos, que se habrían cobrado en virtud de un sistema impositivo más justo. De hecho, se podría financiar la totalidad del presupuesto de la Agencia de Refugiados de la ONU, con la cantidad de dinero que quedan en los bolsillos de estos gestores de alto riesgo debido a esta laguna fiscal.

Aquí es donde el interés privado choca con el público. Priorizar las cuentas bancarias de un pequeño grupo de ridículamente ricos respecto al público en general es una locura. Esta semana los economistas del FMI emitieron un informe en el que se concluía que la redistribución de renta tiene un efecto estadísticamente insignificante en el crecimiento económico. En otras palabras, las políticas destinadas a luchar contra la desigualdad económica, al igual que los altos impuestos sobre los muy ricos, no dañan a la economía de una nación. “En lugar de una disyuntiva entre el crecimiento económico y la desigualdad económica, el resultado promedio es que la redistribución de riqueza tiene un efecto general a favor del crecimiento económico, contando tanto los potenciales efectos negativos directos y los positivos de una menor desigualdad restante”, añade FMI.

Estas son las reflexiones más importantes de Hamilton Nolan en su artículo. Personalmente creo que en algunos puntos es algo populista. Con una visión simplista parecería concluir que los grandes gestores de fondos de cobertura son la principal causa de desigualdad en EE.UU. Pero en términos generales estoy de acuerdo con el autor. No únicamente en el campo de los fondos de cobertura, sino extendiendo la reflexión al incremento constante de la desigualdad económica.

Las últimas crisis económicas no han dañado a los hombres con mayor poder adquisitivo, que han visto como se han incrementado sensiblemente sus fortunas. Si tomamos a la economía como un juego de suma cero, donde el dinero que suma un individuo es el dinero que resta otro (en el supuesto de una masa monetaria constante), ese incremento de fortuna se ha debido principalmente al empeoramiento de la situación económica de cientos de millones de ciudadanos, que o bien perdieron su trabajo por “el bien de la eficiencia de la empresa”, o redujeron sus salarios, ante “un necesario control de costes”.

Sin ánimo de ser demagógico, creo que es una situación que merece la pena una reflexión más profunda para intentar cambiarla.


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