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A los mercados realmente no les importan ni tus creencias ni las mías

por La Carta de la Bolsa Hace 1 año
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A los mercados realmente no les importan tus creencias o las mías. Se mueven con el sentimiento a corto plazo y los fundamentos a largo plazo. Lo más inteligente que puede hacer como inversionista es darse cuenta de cuántos puntos ciegos y sesgos cognitivos está enfrentando e intentar hacer adaptaciones.", señala Tiho Brkan@TihoBrkan. "Rectificar es de sabios y enrocarse es una de las peores decisiones en la Bolsa y en la vida. "La capacidad de cambiar de opinión es una habilidad muy importante, aunque subestimada. Verdadero de por vida. Verdadero para invertir. Si tienes tiempo para cambiar de opinión, no eres tú, sino tu ego el que dicta los términos. Este hecho es muy notorio en el comercio y la inversión", señala The Irrational Investor@position_trader. "¿Nunca le ha pasado en la vida y en Bolsa? Las obsesiones, o pensamientos obsesivos, son dinámicas de pensamiento en las que la mente de la persona se aferra a una idea fija. Habitualmente, estas ideas están asociadas a algún suceso, evento o situación que supone un o preocupación para esta que le genere sentimientos de temor o angustia. Las causas más habituales que dan origen a estas obsesiones o pensamientos obsesivos son los estados de ansiedad y de estrés psicológico. En ambos casos, la persona experimenta una serie de preocupaciones o miedos recurrentes que, además, tienden a empeorar los síntomas de la ansiedad. Pero recuerda, a los mercados realmente no les importan ni tus creencias ni las mías…", me dice uno de los grandes especuladores de la Bolsa española.

Y la obsesión se alinea con el miedo. El miedo conduce a la irracionalidad del pánico e impide que los protagonistas de las Bolsas actúen con la movilidad suficiente. La vieja ley del sentimiento contrario arrojará luz en esta dirección, porque apenas hay otras expectativas. Si observamos la economía real y trasladamos su proyección a las valoraciones bursátiles, mejor no salir de casa. Pero la Bolsa es desde siempre anticipación en una adecuada combinación con sentimientos y percepciones, que, con frecuencia, no son los de la mayoría..."

"Otra mala decisión es enrocarse en un valor o idea de mercado. Encastillarse, perseverar con tesón en un parecer. No hay que tener miedo al cambio ni a las rectificaciones. Por fortuna hay Bolsa todos los días..."

"Para evitar obsesionarse (enamorarse) de las acciones en las que invierten, Nick Clay, gestor de BNY Mellon IM, recomendaba hace tiempo a un inversor que invierta en renta variable global aplicar un enfoque disciplinado por el que solo se invierta en empresas que rindan un 25% más que el índice FTSE World. En cuanto el rendimiento caiga por debajo de ese umbral, lo que recomienda es venderlas. “Imponerse una disciplina objetiva resulta esencial, ya que nos protege frente a un mal demasiado común: la manipulación de la tesis de inversión...”

"Otra idea es la paciencia. Aviso importante de Jose Basagoiti@jose_basa: Cuidado con el cuento de la lechera de que la indexación siempre es buena. NO, depende de la escala temporal y de la aversión a la volatilidad que tengas. En el SP 500 y en todos los índices es común ver periodos muy prolongados de mercados bajistas. Hablamos de décadas..

Lacartadelabolsa


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