"Los que somos más viejos sólo podemos sonreír cuando vemos, en este inicio desconcertante de año, que vuelve a funcionar la vieja Ley del Péndulo. Los estados de humor de los protagonistas, actores y participantes en los mercados cambian con una rapidez inusitada. Es tremendo contemplar cómo lo que es ahora blanco se transforma en negro, y al revés. Que el español, consumidor o empresario, bailarín o maestro, médico o alquimista, militar o cura, es persona propensa al negativismo persistente es algo conocido por viejo. Incrédulo ante las buenas nuevas, que comienzan a llegar en materia económica, busca cualquier análisis para tirar por tierra la hipótesis de un futuro mejor. Y eso, sin contar, el denominado factor político, convertido en un fenómeno de seguidores de equipos de fútbol: el equipo A no reconoce los logros del equipo B, y al revés, en lo que es un desarrollo secular. Vuelve la vieja ley del péndulo. Ayer avistábamos mejores horizontes económicos, hoy lo ponemos todo en duda, en constante revisión, que es el signo de la incertidumbre, de la inquietud, de la desesperación ante la evolución lenta de los acontecimientos más positivos..."

"A esto también se le llama ciclotimia. Los actores en los mercados y los ciudadanos, en general, son ciclotímicos. Lo hemos visto en sucesivas crisis anteriores. Mi experiencia y mi memoria alcanza hasta los años 70 ¡Aquellos sí que eran años de hambruna, de penurias y de miseria y no los actuales! La Crisis de hoy es diferente aunque no por ello menos atroz..."

"Cuando una economía, en este caso la española, comienza a salir de una fosa muy profunda, los casos de ciclotimia, la vieja ley del péndulo, alcanzan niveles de paroxismo. Es algo similar a la volatilidad extrema de los mercados de la que tanto se habla en los últimos días después de haber estado dormida muchos años por las inyecciones de morfina de los bancos centrales..."

"Estamos inmersos en este proceso de blanco o negro en un plis-plas. Para los que hemos vivido situaciones anteriores, el suceso no tiene mayor importancia. Lo importante es que el pulso económico no se pierda. Lo importante es que el latido del corazón económico sea cada vez más perceptible. Lo importante es que las mejoras económicas lleguen y se instalen de manera gradual en nuestro sistema..."

"Para no marearse, conviene mirar para otro lado, fijar la vista en un punto concreto y más optimistas. Si siguen con los ojos el movimiento del péndulo terminas mareado. Es lo que sucede en la Bolsa española desde hace dos semanas..."

"Sí, en la Bolsa española todo era blanco hasta hace dos semanas. Con la volatilidad de los últimos días, todo y todos han puesto en cuarentena sus previsiones. Del mismo modo que hasta hace quince días había consenso de que la Bolsa española estaba barata respecto a sus homólogas europeas, ahora se cuestionan los múltiplos. Es decir, ya no se ve tan barata..."

"Por ello, en nuestra gestora recomendamos lo de siempre: busque valores, oportunidades de negocio y eluda cualquier compromiso vinculado con la tendencia general del mercado. Así no se volverá loco. Y que el péndulo siga evolucionando hasta que se pare, que parará..."

(De la conversación mantenida con el CEO de una importante gestora de fondos)