Varios son los aspectos que me interesa destacar de la jornada del viernes. En primer lugar, el oscilador de confirmación del ciclo de 10 días certificó la entrada de ese ciclo en su fase descendente.

Mirando ahora al ciclo de 40 días, lo primero que llama la atención es la señal de clímax bajista detectada el viernes por mi indicador de volumen. Atendiendo a los posibles contextos en que aparece esta señal, caben dos opciones: que ya se haya formado el techo del ciclo de 40 días o que el S&P 500 esté muy cerca de formar el suelo de una corrección de corto plazo dentro todavía de la fase ascendente de este ciclo (es decir, que el S&P 500 esté próximo a formar el suelo del ciclo de 10 días dentro todavía de la fase ascendente del ciclo de 40 días). La semana que viene saldremos de dudas.

Ninguna duda me suscita, sin embargo, el excelente trabajo ejecutado por la resistencia situada entre 1.719,45 y 1.732,41, que no sólo ha frenado en seco al precio, sino que lo ha rechazado con cajas destempladas. Por lo demás, no debe olvidarse la divergencia bajista que sigue dibujando el indicador de momento; su presencia sigue ensombreciendo las posibilidades de continuación de la fase ascendente del ciclo. En cuanto al factor tiempo, merece destacarse el desempeño de la vibración de Gann que figuraba este viernes, que ha predicho al menos un techo de corto plazo.

Entretanto, para activar una señal de la posible conclusión de la fase ascendente del ciclo, el precio sigue estando obligado a romper a la baja la línea horizontal situada en 1.697,73.

Otro elemento técnico que ha funcionado tal y como preveía es el McClellan Oscillator, que tras la sesión del viernes salió de su estado de sobrecompra. Ahora, el escenario no puede ser más propicio para que se ejecute el patrón sobre el que vengo disertando en los últimos informes y cuyo desarrollo he reflejado una vez más en el siguiente gráfico.

Ciclo 40 semanas
Muchos cambios los registrados en este ciclo. Sin duda, el más importante y causa de los demás lo constituye la certificación por parte del oscilador de confirmación de que este ciclo está de nuevo en su fase ascendente.

   Así las cosas, resulta evidente que la vibración de Gann capaz de forzar un suelo que figuraba en la semana que comenzaba el 2 de septiembre y el nuevo suelo teórico (ST) pronosticado por la onda sinusoidal, referido en el informe de la semana pasada, estaban en lo cierto. No menos acertada anticipando la posible formación del suelo cíclico fue la rotura al alza de la línea horizontal registrada hace dos semanas.

Tal vez algunos lectores se pregunten cómo es posible que la última rotación de este ciclo haya durado tan poco tiempo. En ocasiones, afectados por causas externas (y a fe que la manipulación orquestada por la Reserva Federal es una causa de fuerza mayor) los ciclos se comportan de forma irregular, registrando duraciones alejadas de su período nominal. En esos casos, lo importante es comprobar si las herramientas de análisis siguen funcionando para monitorizar correctamente el ciclo en cuestión. En verdad, mis herramientas no se han dejado engañar por los trucos de la Fed y han pronosticado con acierto el suelo del ciclo.

Dicho lo cual y corroborado por tanto el cambio de fase, es momento de socorrerme de los instrumentos de análisis habituales y elaborar un pronóstico. Como siempre, empezaré por referir los objetivos de subida. El primero, alcanzado ya por el precio, se encuentra entre 1.720,12 y 1.732,43. El segundo se localiza entre 1.768,90 y 1.777,88.

Del estudio de la onda sinusoidal se desprende que el techo teórico (TT) del ciclo se prevé para la semana que comienza el 7 de octubre. Antes de toparse con el TT, el S&P 500 tendrá que enfrentarse con la vibración de Gann capaz de forzar un techo que figura la próxima semana. Una segunda vibración aparece la semana que empieza el 14 de octubre. La última vibración referida en el informe de hoy se localiza en la semana  que se inicia el 18 de noviembre.

Por último, por ahora no disponemos de ninguna línea cuya rotura a la baja active una señal de la posible conclusión de la fase ascendente del ciclo.

Ciclo Metónico
Vista la evolución reciente del ciclo Metónico, sostengo que éste se invirtió a partir del 31 de julio, de manera que allí donde se pronostica un suelo debería formarse un techo y viceversa. Así, según este ciclo el siguiente techo de fuste tendría que formarse en torno al 7 de octubre. Veremos qué sucede.

Permanezcan atentos.