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Apertura ligeramente al alza en una sesión en la que se hará lectura de la reunión ayer de la Fed

por Carlos Montero Hace 2 años
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Apertura ligeramente al alza en una sesión en la que se hará lectura de la reunión ayer de la Fed (el tapering es inminente y ligera revisión al alza del dot plot, pero con una retirada de estímulos monetarios que será muy gradual), que fue recibida con ligera moderación en TIRes (T-bond -2 pb a 1,30%) e indefinición en las bolsas. De cara al resto de la sesión, prestaremos atención a los PMIs preliminares de septiembre y la reunión del Banco de Inglaterra.

La Fed concluyó ayer su reunión sin grandes sorpresas: sin cambios en tipos (0-0,25%) ni en QE (compras mensuales 120.000 mln USD), anunció informalmente el inicio del tapering, que previsiblemente anunciará de forma oficial en la reunión del 3-noviembre y podría comenzar a ejecutar en noviembre/diciembre y completarlo a mediados de 2022 (lo que supondría una retirada muy gradual, -15.000 mln USD al mes) y manteniéndose el balance de la Fed elevado (> 8 bln usd tras más que duplicarse desde el inicio de la pandemia). Esto es así en la medida en que la recuperación del mercado laboral sigue estando incompleta (aún 5,3 mln empleos por debajo de niveles pre-Covid) y por tanto siguen lejos del pleno empleo (su segundo objetivo junto con el de estabilidad de precios en torno al 2%, y que supondría volver a una tasa de paro del 3,5% de antes de la pandemia vs 5,2% actual). La Fed reiteró una vez más la desvinculación entre tapering y primeras subidas de tipos, que no deberían llegar hasta finales de 2022 ó 2023, tal y como refleja el nuevo dot plot, que se revisa ligeramente al alza (2021 0,1%, 2022 0,25%, 2023 1%, 2004 1,8% y sin cambios en el nivel previsto a medio plazo en 2,5%): la mitad de los miembros del FOMC -9 vs 7 en junio- piensan que la primera subida puede producirse a finales de 2022, a lo que seguirían 3 subidas en 2023 vs 2 previstas en junio, y se prevén 3 subidas adicionales en 2024.

Este movimiento al alza en el dot plot es consecuencia a su vez de la actualización del cuadro macro de la Fed, en el que destaca la revisión al alza de las previsiones de inflación (deflactor del consumo privado subyacente 2021 +3,7%, 2022 +2,3% y 2023 +2,2%, lo que supone una revisión vs junio de +0,7 pp, +0,2 pp y +0,1 pp respectivamente, lógicas en un contexto de precios que se mantendrán altos más tiempo del inicialmente estimado aunque con tendencia a irse moderando. En términos de crecimiento y empleo, empeoran las estimaciones 2021 vs junio ante la debilidad mostrada recientemente por la expansión de la variante Delta: PIB 2021 +5,9% (vs +7% en junio), aunque revisa al alza 2022 hasta +3,8% (vs +3,3%) y 2023 +2,5% (vs 2,4% junio). En la misma línea, empleo 2021 4,8% (vs 4,5% en junio), y sin cambios para 2022 3,8% y 2023 3,5%.

Hoy los PMIs de septiembre nos darán la visión más actualizada de hasta qué punto estamos ante un simple bache en la recuperación económica global o si la desaceleración mostrada por los últimos datos es algo más serio. Esperamos que los PMIs sigan mostrando relativa fortaleza tanto en la Eurozona (ligera moderación en el manufacturero ante cuellos de botella, retrasos en la producción y aumento de precios de las materias primas; estabilidad en servicios ante el levantamiento de restricciones) como en Estados Unidos (estabilidad esperada en ambos componentes), donde también contaremos con el desempleo semanal para calibrar el ritmo de recuperación del mercado laboral.

En cuanto a la reunión del Banco de Inglaterra, no esperamos movimientos en política monetaria (tipos 0,1%, QE 895.000 mln gbp), pero con la atención puesta en el mensaje que podría adoptar un sesgo algo menos acomodaticio teniendo en cuenta el notable repunte de inflación (3,2% en agosto vs 2% en julio y objetivo BoE 3%) y la recuperación del mercado laboral hasta niveles pre-pandemia (tasa de paro 4,4%, presión en salarios), si bien habrá que esperar a ver el impacto de la finalización de los ERTEs a finales de mes, que podrían presionar al alza la tasa de paro. En este contexto, es previsible que, aunque el Banco de Inglaterra sea de los primeros entre los países desarrollados en tensionar su política monetaria, lo haga de forma muy gradual, teniendo en cuenta los riesgos que aún persisten sobre el crecimiento (variante Delta, política fiscal más restrictiva). Así, la primera subida de tipos que el mercado descuenta para feb-22 (+15 pb) y acumulado +45 pb para nov-22 podría llegar algo más avanzado el año 2022.

Por su parte, Muller del BCE, con un sesgo claramente dovish, afirmó ayer que discutirán incrementar otros programas de compra de deuda (APP actual 20.000 mln eur mensuales) una vez que el PEPP finalice en marzo 2022.


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