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“Casi la mitad de los autónomos no tendremos vacaciones este año. Un regreso al pasado”

por La Carta de la Bolsa Hace 4 años
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"Lorenzo Amor se distingue por su integridad y cordura a la hora de explicar la crítica situación de los autónomos. Acaba de señalar que el 57 % de los autónomos no disfrutará de vacaciones este verano, aunque un 12 % si lo hará en otras fechas del año. El 40 % de los autónomos no tendrá vacaciones en 2019. Este dato, entre los que me encuentro, me trae al recuerdo de tiempos pasados. Mis padres, fallecieron muy jóvenes. En estos momentos estarían terminando la siega en los campos sedientos de la Mancha a la vez que buscando trabajadores para empacar la paja. En septiembre comenzarían la vendimia, si el tiempo fuera propicio. En diciembre y hasta marzo, compaginarían la recolección de la aceituna con la poda de los viñedos. Todo a golpe de doblar el espinazo. Manos callosas, rostros con surcos bien trazados por el sol, el frío y el viento. Nunca tuvieron vacaciones", me dice Joaquín Ruiz, economista amigo que sigue:

"En el caso concreto de mis padres, enero abría la veda para la venta de carne de cerdo a la antigua. Mi padre se levantaba a las 4 de la mañana en busca de los cochinos, que previamente había apalabrado. A las 5 aparecía el "mataor", que con exquisita agilidad abría y diseccionaba los guarros en un abrir y cerrar de ojos. Perniles, jamones, lomos, solomillos, hígados, cabezas humeaban en contraste con la temperatura bajo cero del amanecer. Entonces, mi madre cogía su burro y a vender por pueblos y pedanías. Volvía bien entrada la noche con los pies fríos, mojados muchas veces por la lluvia o la nieve. A veces me pedía que le llevara la contabilidad. "Hoy has ganado más que ayer", le decía. Mi padre me daba un pequeño pescozón en la cabeza "Tú cuenta y calla y no le digas a nadie nada..."

"Primaveras explosivas, en buenos tiempos, muertas en épocas de sequía, que antes eran menos que ahora. Veranos de segar a mano, con mi padre dormido en el asiento trasero de un tractor comprado entre cuatro. Se levantaban a las 3 de la mañana a segar. Luego lo acarreaban a la era. Primero las mulas hacían la parva. Luego, los tractores con los trillos. Terminada la cosecha esperaban los vientos de la noche para levantarse con rapidez inusitada: era la hora de aventar. Cualquier suspiro de viento valía..."

"Y hasta pocos años de morir, criando sus gallinas, cerdos, pollos, conejos. Su huerta espléndida: tomates, pepinos, judías y patatas para todo el año. Descansen en paz..."

"Es una historia anacrónica y muy personal. Pero es la historia de miles de campesinos, albañiles, autónomos repartidos por el todo el Reino de España. Una historia, un relato breve, sucinto, que no está tan alejado en el tiempo...

 

Lacartadelabolsa


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