El euro ha remontado ligeramente frente al dólar esta última semana, cerrando el pasado viernes en 1,1335 dólares por cada euro, e igualmente las Bolsas europeas, con el Dax a la cabeza, a las que dedicábamos nuestro Gráfico de la semana pasada, han subido un poco más que las americanas, en parte porque estas últimas empiezan ya a acusar el cansancio tras nueve semanas consecutivas de alzas en el caso del Dow y del Nasdaq y de ocho en el caso del S&P.

Un cansancio que se refleja también en las cotizaciones de algunas compañías que, como Walmart el pasado lunes, han presentado muy buenos resultados, sorprendiendo positivamente al mercado. Walmart subió con fuerza en la sesión del lunes, pero no ha podido aguantar el ritmo en las siguientes sesiones y se ha tenido que conformar al final con una modesta subida semanal algo superior al 1%. Walmart ha contribuido así al magnífico comportamiento del Dow Jones, que ha firmado su novena semana consecutiva al alza y ha cerrado el viernes por encima de los 26.000 puntos.

Pero la cruz en la Bolsa americana (aunque no forma parte del Dow) ha sido Kraft Heinz, la multinacional de alimentación propietaria de marcas tan conocidas como Oscar Mayer, Heinz o Philadelphia, entre otras. El anuncio de una ajuste a la baja (write off) del valor de sus activos por más de quince mil millones de dólares unido a ciertas dudas sobre sus prácticas contables, que al parecer están siendo investigadas por la SEC, hizo caer su cotización el pasado viernes un 27,5%, pese al buen tono general de Wall Street ese día.

Tal y como se ve en el Gráfico la cotización de Kraft, que cuenta entre sus accionistas al mítico Warren Buffet, ha venido corrigiendo de forma continua a partir de sus máximos de principios de 2017, en medio de un cuestionamiento general del estilo de gestión de 3G Capital, el conglomerado dirigido por el empresario brasileño de origen suizo, el tan admirado Paulo Lemman.

Una evolución contraria a la de Walmart, que ha venido escalando posiciones desde los 50 dólares a los que cotizaba en 2010 hasta los casi 100 a los que cotiza en la actualidad, una escalada que, como es lógico, no ha estado exenta de algunas correcciones por el camino.

Probablemente el desplome de Kraft ofrece una buena oportunidad de compra, si bien solo para los perfiles de mayor riesgo, ya que siendo prudentes habría que esperar a ver cuál es la verdadera dimensión de sus problemas contables antes de invertir con seguridad en la compañía. En cuanto a Walmart, aunque tenemos una excelente opinión sobre la calidad de gestión del grupo, no seríamos compradores de sus acciones, ya que pensamos que la desaceleración en curso de la economía norteamericana, con probable recesión en algún momento del 2020, nos permitirá comprar sus acciones más baratas en el futuro. Nos gusta el valor pero, como decíamos en nuestro Gráfico semanal del 13 de noviembre, cuando la acción cotizaba en niveles similares a los de cierre del viernes pasado, es mejor comprarlo aprovechando momentos de recorte.