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La renta universal y los casos de Finlandia, Barcelona y Suiza

por Ismael de la Cruz Hace 5 años
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¿Recuerdan el tema de la renta universal? Pues ya tenemos los resultados del experimento en Finlandia. También les comento el experimento que se está haciendo en Barcelona desde el año pasado y la decisión de los suizos sobre este tema.

Ha finalizado el experimento en Finlandia que se basaba en dos premisas:

- Estaba dirigida a desempleados.
- La duración era de dos años.

Consistía en dar 560 euros al mes sin ningún tipo de condición a un grupo de desempleados a lo largo de 2017 y 2018 y ver cómo repercutía todo ello en la incentivación de la búsqueda de empleo. Los resultados preliminares muestran que el dinero no tuvo ningún efecto en el sentido de que trabajaron prácticamente las mismas horas y ganaron lo mismo que otro colectivo de características similares, aparte de que siguieron buscando empleo porque con 560 euros no se puede vivir en Finlandia (bueno, en realidad en pocos lugares). Pero la realidad es que se antoja muy difícil que Finlandia se decante finalmente por implementar este tipo de renta, pese a que el experimento contenía la idea de ser prorrogado y ampliado a otros grupos aparte de los desempleados, pero todo apuntas  que no será así.

En Barcelona hay algo similar, el proyecto se llama B-Mincome para 1.000 familias de diez de los barrios más pobres de Barcelona, un experimento que comenzó a primeros del 2018, una renta mínima financiada en un 80% con fondos europeos. en este caso, la ayuda consiste en combinar un subsidio con políticas complementarias de formación y de empleo. Unos participantes reciben la ayuda condicionada a seguir planes de empleo y otros no. Digamos que algunos reciben la ayuda y si encuentran trabajo y aumentan los ingresos se les rebajará, pero a otros no. De media, las familias reciben 568 euros al mes, pero las cantidades oscilan entre los 100 y los 1.600 euros, principalmente dependiendo de la composición de cada familia o lo que paguen de vivienda.

En Suiza celebraron en su momento un referéndum para ver si la población quería recibir una renta básica, trabajasen o no, de 2.250 euros mensuales. El resultado fue abrumador. Más del 80% se opusieron tajantemente. Recordemos que ya en el 2014 rechazaron también en referéndum poner un salario mínimo de 4000 euros mensuales, el más alto del mundo (el salario medio en Suiza en el 2015 ha sido de 84.545 euros al año, es decir 7.045 euros al mes, si hacemos el cálculo suponiendo 12 pagas anuales).

Todo este tema no es algo nuevo, de hecho existe desde el año 1986 una red europea, la Basic Income Earth Network (BIEN), cuyo objetivo principal consiste en avivar e impulsar el debate sobre su idoneidad.

Para tener claro el concepto, veamos algunas características de la renta básica universal:

- Va dirigida a las personas y no a los hogares o familias.
- El derecho a recibirla no exige ningún requisito, tan sólo el de ser ciudadano del país.
- Son indiferentes las fuentes de rentas y de ingresos de cada persona. Por tanto, la renta la recibiría una persona que no tiene trabajo ni recursos, una persona con trabajo y sueldo, una persona millonaria.
- No requiere una contraprestación laboral ni que la persona se encuentre en búsqueda activa de trabajo. Se paga por el mero hecho de ser persona y ciudadano.

Se especula mucho con el coste económico que ello supondría, se baraja alrededor del 21% del PIB anual, eso sí, siempre y cuando sólo se reparta a las personas mayores de edad, porque si no mejor ni hablamos del gasto que supondría. Claro, esa cantidad ingente de dinero ha de salir de las arcas públicas, de los propios ciudadanos, vía impuestos, por lo que la carga fiscal se incrementaría significativamente, en torno a un 55%.

También habría que tener en cuenta que supondría un efecto llamada en toda regla, los flujos migratorios jugarían un papel determinante en este tema. España pasaría a ser un destino preferente para los inmigrantes, sobre todo los de baja cualificación, que también tendrían derecho a la renta básica.

Algunos expertos en la materia tan sólo verían razonable implantar una renta básica universal en el supuesto de que el avance de la tecnología y las máquinas destruyera buena parte de los empleos existentes, pero no es precisamente la situación actual.

Soy de la opinión de que si la renta es demasiado baja se convertiría en un subsidio gubernamental a las empresas, pero si es demasiada elevada creará una sociedad parásita y sin incentivos de ninguna clase. Por otra parte, si se reparte a todos conlleva un gasto enorme, pero si sólo se reparte a los necesitados se les estaría estigmatizando y marcando. Sí, un tema complejo y delicado.

Como bien decía Thomas Sowell, “uno de los tristes signos de nuestros tiempos es que hemos demonizado a los que producen, subsidiado a los que rehúsan a producir y canonizado a los que se quejan”.


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