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“Europa se ha roto, pero el Euro sigue vivo. Hacia una nueva Europa…”

por La Carta de la Bolsa Hace 5 años
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"Después de lo que sucede en Italia, Alemania, Francia, España o Grecia, nuestros clientes siguen aún más confundidos y atascados en conceptos como la Europa de dos o tres velocidades; tres clases de euro, pero un sólo euro verdadero ¿Qué significa este embrollo? ¿Qué consecuencias puede tener para la Bolsa? Ya nadie se esconde. Cada vez son más las voces que defienden una Europa de dos, incluso tres velocidades, o simplemente, la salida de la zona euro de aquellos Estados que no puedan superar la crisis. Una Europa de dos o tres velocidades significa, una economía de la eurozona con evolución atípica e irregular, con unos miembros que ya han llegado a la meta y otros, que apenas han comenzado la larga andadura, aunque el que ha llegado a la meta, Alemania, ya está pagando el esfuerzo realizado, con menor crecimiento, como hemos visto en las últimas estadísticas económicas (caída del PIB trimestral, la primera caída desde 2015)..."

"En cualquier caso, esto conlleva dos o tres clases de euros para un mismo euro. A saber. No es lo mismo un euro en la cuenta corriente de un alemán o de un francés, que en la cuenta corriente de un griego, portugués, irlandés, español o italiano. El euro de los ciudadanos más ricos les da la oportunidad de acceder a más y mejores mercados y productos. Ese mismo euro en manos de los europeos más pobres está muy alicortado por la fuerte presión fiscal e impositiva en sus países de orígenes, por unos sueldos globales más bajos y, en definitiva, con menores cantidades de euros disponibles para el consumo o para el ahorro. El resultado final determina dos o tres clases de categorías en la zona euro, con comportamientos diferentes ¿Se entiende?..."

"Es un cambio de rumbo, un cambio de orientación, que se viene intuyendo desde hace años, y no fin del euro, que es lo que los agoreros, muchos de ellos anglosajones, vienen repicando, hasta hacernos daños en los oídos, desde hace tiempo. El euro nació para quedarse, pero, como en todo proceso evolutivo, aparecen fiebres, contagios...Palos que se meten las ruedas. El euro, como si fuera un ser vivo, pasa por diferentes etapas de la vida. Salud, enfermedades, salud...El euro madura, como si de un ser vivo se tratara, y elige, pasado un tiempo, caminos diferentes a los de su adolescencia. Incluso se divorcia, como los humanos, de su primera (y segunda) pareja para elegir otra(s)..."

"El euro no se ha derrumbado. Tampoco, la zona euro. Lo que sí ha cambiado aunque muchos no lo perciban, es la música. Nueva partitura ¿No oyen la música? Nuevos métodos, nuevas disciplinas. Hasta hace no mucho, la Eurozona era un gallinero, con muchos gallos marcando territorio. Mucho kikiriki. Demasiadas voces. Vino luego el control del gallinero por Alemania y ahora, los gallos italianos han vuelto a enloquecer al gallinero.Ya hemos entrado en la Europa a varias velocidades, pero con un solo euro. El Brexit, que tanto estrés está ocasionado, se ha convertido en una oportunidad magnífica para consolidar el proyecto europeo, una vez los políticos se pongan de acuerdo. Ese sí que es un problema...", me comenta uno de los grandes gestores de fondos nacionales.


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