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La economía española según el Banco de España

por José Luis Martínez Campuzano Portavoz Asociación Española de Banca Hace 10 años
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De acuerdo con las últimas cifras de la Contabilidad Nacional Trimestral publicadas por el
Instituto Nacional de Estadística, el PIB de la economía española creció un 0,1 % en el período
de julio-septiembre en términos intertrimestrales, tras nueve trimestres consecutivos de
descensos. La demanda nacional registró su primer avance intertrimestral desde el cuarto
trimestre de 2010 (del 0,3 %), con incrementos del consumo privado (0,4 %), el consumo
público (0,1 %) y la inversión en bienes de equipo (que aumentó igualmente una décima). Por
su parte, la caída de la construcción se moderó sustancialmente, hasta el -1 %. La aportación
neta al crecimiento del PIB del comercio exterior de bienes y servicios se hizo negativa,
en una magnitud de una décima. Tanto las exportaciones como las importaciones de bienes
y servicios mostraron un comportamiento claramente menos expansivo que durante los tres
meses precedentes, con tasas intertrimestrales del 2,2 % y del 2,8 %, respectivamente.

En términos interanuales, la tasa de variación del PIB se situó en el -1,1 %, frente al -1,6 %
del segundo trimestre. El ritmo interanual de descenso del empleo se ralentizó en siete
décimas, hasta el -3,2 %. Como consecuencia, el crecimiento interanual de la productividad
aparente del trabajo también se desaceleró, hasta el 2,1 %. La remuneración por
asalariado avanzó un 0,1 % en relación con el mismo período del año anterior, lo que,
dado el comportamiento de la productividad, dio lugar a una moderación de la tasa de
caída interanual de los costes laborales unitarios, hasta el -1,9 %.

La información disponible, aunque todavía muy parcial, apunta, en su conjunto, a una prolongación
de la trayectoria de mejora de la actividad durante el tramo final de 2013. Por lo
que respecta al consumo privado (véase gráfico 1), el índice de confianza de los hogares
permaneció estable en noviembre, mientras que el indicador análogo referido a los comerciantes
minoristas experimentó un moderado avance. Los indicadores cuantitativos reflejaron
una evolución algo menos favorable. En concreto, las matriculaciones de vehículos particulares
registraron en noviembre un descenso intermensual del 1,5 % en términos de la
serie corregida de efectos calendario y estacionalidad, tras el repunte observado en el mes
anterior. Por su parte, el indicador de ventas interiores no financieras de las grandes empresas,
elaborado por la Agencia Tributaria, y el índice de comercio al por menor sin estaciones
de servicio decrecieron en octubre respecto al mes precedente un 0,8 % y un 1,7 %, respectivamente,
en términos de las series deflactadas y corregidas de estacionalidad.

Los indicadores referidos a la inversión en bienes de equipo han registrado una evolución
compatible con una continuación del crecimiento moderado de este agregado. Entre los
indicadores de opinión, tanto el clima industrial en el conjunto de ramas destinadas a la
producción de bienes de equipo como la valoración de la cartera de pedidos para exportación
en el conjunto de la industria, que se habían deteriorado en octubre, mostraron una
cierta recuperación en noviembre. Dentro de la información de carácter cuantitativo, las
matriculaciones de vehículos de carga ralentizaron en noviembre su crecimiento intermensual
hasta el 1,1 %, en términos de la serie ajustada de estacionalidad, y el índice de
producción industrial de bienes de equipo cayó en octubre un 0,2 % intermensual, tras el
fuerte crecimiento registrado en septiembre.

La información relativa a la inversión en construcción referente al cuarto trimestre apunta a
una nueva moderación de la tónica contractiva de la actividad del sector. Entre los indicadores
de consumos intermedios, los datos más recientes correspondientes a la producción
industrial de minerales no metálicos y al consumo aparente de cemento, referidos a octubre
y noviembre, respectivamente, arrojaron una suavización de los ritmos de caída interanual.
Por lo que respecta a los indicadores contemporáneos que miden el comportamiento
del empleo sectorial, la afiliación media a la Seguridad Social, corregida de efectos
estacionales y calendario, se mantuvo estable en noviembre en términos intermensuales,
registrando la primera tasa no negativa en seis años. Además, se intensificó el ritmo de
descenso interanual del paro registrado. En cuanto a los indicadores adelantados de la
actividad constructora, tanto el número de visados de obra nueva como su superficie ralentizaron
en octubre su retroceso interanual. Por último, la moderación de la pauta descendente
de la licitación oficial en obra civil que se viene observando desde junio se prolongó
en septiembre. No obstante, esta variable siguió registrando una caída muy elevada
(del 20 % en términos acumulados de doce meses).

Los datos más recientes referidos al comercio exterior de bienes, correspondientes a
octubre, muestran un comportamiento más expansivo en la vertiente importadora en
comparación con la exportadora. Las ventas al exterior aumentaron en ese mes un 1,2 %
en tasa interanual, por debajo del 4,3 % del tercer trimestre. Por grupos de productos,
las exportaciones de bienes de equipo y de consumo duradero mantuvieron el dinamismo
de meses precedentes, mientras que, por el contrario, las ventas de bienes intermedios
(en particular, energéticos) mostraron una mayor debilidad. Por lo que respecta al desglose
geográfico, como viene ocurriendo desde el verano, las exportaciones comunitarias
registraron un comportamiento más favorable, con un aumento del 3,4 %, en comparación
con las extracomunitarias, que cayeron un 2,8 %. Las importaciones aumentaron en octubre
un 8,4 % interanual, casi 5 puntos porcentuales (pp) más que en el tercer trimestre.
Como en el caso de las exportaciones, cabe destacar el vigor de las compras de bienes
de equipo y de consumo duradero. En este caso, además, también las importaciones de
bienes intermedios no energéticos registraron un significativo empuje. El déficit comercial
en términos nominales se contrajo un 9 % en tasa interanual, lo que se vio favorecido por
el sustancial avance de la relación real de intercambio, en un contexto de fuerte descenso
de los IVU de importación. Tanto el saldo energético como el no energético experimentaron
una modesta mejoría.


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