Los empresarios tienen, generalmente, antipatía por los asuntos legales que, cuando vienen con el temor de un coste potencial, implica que a menudo intenten solucionar ellos mismos los problemas antes de buscar el consejo de un experto. Sin embargo, cuando observamos los costes a largo plazo de un problema legal, o incluso peor los costes de un negocio en quiebra, queda claro que buscar asesoría legal y abordar cualquier problema legal mucho antes de que venga, es el camino más sensato.

Cuando se comienza con una pequeña empresa, hay tres cosas necesarias, un abogado, un banquero y un contable. Es muy recomendable que toda pequeña empresa tenga un abogado de confianza para cuando necesite asesoramiento legal. Es verdad que puede descargar formularios legales de Internet o acudir a Google ante posibles litigios, pero cualquier pequeña empresa está a un litigio del cierre. En lugar de poner su futuro legal en manos de un motor de búsquedas, contrate a un experto que conozca las leyes de las pequeñas empresas. Si desea tener una pequeña empresa de éxito; necesitas abogados especialistas en pequeñas y medianas empresas, como GD Asesoría www.gdasesoria.com, la asesoría en Madrid y en otras grandes capitales españolas.

No espere hasta que alguien le interponga una demanda. Si contrata a un abogado cuando se enfrenta a un problema legal, la persona que contrate tendrá que conocer su negocio antes de que pueda representarlo con garantías. El abogado tendrá que revisar el historial de su negocio, realizar preguntas básicas y acumular horas facturables en el proceso.

Cuando ya tiene un abogado, este puede encargarse de su problema inmediatamente.

No puede reclamar la ignorancia como defensa: Como propietario de una empresa, no puede esperar comprender todas las facetas de la ley. Sin embargo, eso no significa que el sistema legal le pase por alto alguna infracción si infringe la ley accidentalmente. De hecho, la ignorancia específicamente no se considera una defensa para una acción legal. La verborrea compleja de la ley exige atención experta y necesitará un abogado experimentado para evitar incurrir en costosos errores.

Los contratos deben ser sólidos: Se puede redactar un contrato en el reverso de una servilleta, pero eso no significa que deba hacerlo. Si bien no es necesario que contrate a un abogado cada vez que realice un contrato, sus principales contratos que utilizará para gestionar su negocio deben ser redactados por un abogado. Tiene que asegurarse de que sus intereses estén protegidos. Un acuerdo legal preparado por el abogado que conoce su negocio vale cada euro que paga. Le ofrecerá una mejor protección y menos problemas con sus clientes.

Dado que un contrato representa "un acuerdo", desea asegurarse de que usted y su cliente o proveedor comprendan sus términos. Las disputas contractuales no siempre surgen de malas intenciones. A veces, las partes simplemente no están de acuerdo con la intención original detrás del acuerdo, que es donde la redacción específica, elaborada por un abogado, es útil.

Benefíciese de la experiencia de los abogados. Cuando tenga un abogado contratado, debe tratarlo como un asesor de negocios y participar de su experiencia. Si su abogado cree que podría llegar un problema, lo conocerá por adelantado y así podrá evitar que suceda y esquivar costosas molestias legales.