“El afán proteccionista de Donald Trump, el slogan de American First, los movimientos ultraderechistas que están aumentando en el país, son algunas de las múltiples señales que sugieren que un imperio se desmorona”, me comentaba recientemente un amigo que trabaja en Washigton como corresponsal político. “El mundo nos roba, que es algo que se ha cansado de repetir el actual presidente de los EE.UU., simplemente enmascara su miedo a que la primacía de su nación desaparezca”.

No es la única persona que se pronuncia en estos términos. De hecho son multitud. Chris Hedges, periodista ganador del Premio Pullitzer y corresponsal en más de 50 países, escribió una reciente columna en truthdig.com refiriéndose a este hecho:

“Como corresponsal en el extranjero, cubrí sociedades derrumbadas, incluida la ex Yugoslavia (…) Todas las señales del colapso son visibles: infraestructura que se desmorona; subempleo crónico y desempleo; el uso indiscriminado de la fuerza letal por parte de la policía; parálisis política y estancamiento; una economía construida sobre el andamiaje de la deuda. Sufrimos las patologías habituales de muerte inminente”.

El economista Guillermo Barba comenta sobre este artícull. “El ex corresponsal para el New York Times y autor de 11 libros dice que Donald Trump es sólo un síntoma de la descomposición de la democracia norteamericana, cuyas instituciones son constantemente atacadas por el mandatario, pero pensar que los Demócratas pueden solucionar el desastre sería un error, pues son identificados como parte de las élites que dominan al país.

“Trump ha aprovechado el odio que grandes segmentos del público estadounidense tienen por un sistema político y económico que los ha traicionado. Puede ser inepto, degenerado, deshonesto y narcisista, pero ridiculiza con destreza el sistema que desprecian.”

Por ello, el periodista propone una “desobediencia civil organizada” para enfrentar el poder. Esta resistencia se concentrará en instituciones como sindicatos, organizaciones comunitarias, monedas locales, partidos políticos alternativos y cooperativas de alimentos.

“El dólar dejará de ser la moneda de reserva mundial, causando una fuerte devaluación. Los bancos se cerrarán. El calentamiento global traerá costos más y más pesados, especialmente en las poblaciones costeras, la agricultura y la infraestructura, costos que el Estado empobrecido no podrá abordar.”

Chris Hedges pinta un escenario dantesco, pero no imposible. En su artículo señala a la economía soportada en el frágil andamiaje de la deuda como uno de los factores que causarán la debacle de Estados Unidos y de su sociedad como la conocemos. En este espacio hemos hecho énfasis en la inestabilidad política que se vive a nivel internacional y que traerá grandes disturbios al sistema financiero y, como también repetimos, hay que tomar las acciones necesarias para proteger los ahorros y patrimonio personales.”