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Pesimismo fuera. Los datos del mercado laboral estadounidense son favorables para la renta variable

David Buckle, director de Soluciones de Inversión de Fidelity
por La Carta de la Bolsa Hace 5 años
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El  pasado 4 de mayo se publicó el último dato de paro en EE.UU. Con un 3,9% el país se sitúa en el nivel más bajo de desempleo desde la década de 1960 y demuestra que la economía estadounidense sigue creciendo, pero sin inflación. Esta enigmática situación parece contradecir la ortodoxia económica. “Para mí, es un dato más para ser alcista en la bolsa”, afirma David Buckle, director de Soluciones de Inversión de Fidelity. Justo después de la Segunda Guerra Mundial, el paro cayó hasta el 2,5% en EE.UU., pero en 1954 había subido hasta el 6% y nunca ha vuelto a bajar hasta esa cota. El nivel más bajo alcanzado desde entonces fue el 3,4% que dejó la fortaleza económica de la década de los 60, pero posteriormente el paro ha sido mucho más alto, llegando a picos del 9% en 1975, 11% en 1982 y 10% en 2009. Únicamente durante la burbuja tecnológica del año 2000 el paro cayó por debajo del 4%, con un promedio del 3,9% ese año (posiblemente debido a todos los trabajadores informáticos adicionales necesarios para garantizar que las fechas de los ordenadores del planeta no provocaran desastres después del milenio... ¿recuerdan el proyecto del año 2000?).

Crecimiento salarial tenue 

Así pues, el último dato de paro del 3,9% representa el nivel más bajo desde la década de 1960. Los manuales de economía nos dicen que unas tasas de paro reducidas estimulan el crecimiento de los salarios, ya que las empresas deben ofrecer mayores incentivos para retener a los trabajadores. Sin embargo, el crecimiento salarial sigue siendo tenue. El dato del salario medio por hora, que se publicó junto con la tasa de paro, cayó sorprendentemente hasta apenas el 2,6%. Este dato salarial está a solo 0,01 dólares de poder ser redondeado hasta el 2,5% interanual.

El enigma de la inflación

Conviene recordar que el detonante de la caída de las bolsas este año fue el elevado crecimiento del 2,9% del salario medio por hora anunciado en enero. El mercado pensó que ese era el comienzo de un ciclo de subidas de los salarios que estimularía el consumo, tiraría al alza de la inflación y, a su vez, llevaría a la Fed a subir los tipos.

Pero ahora estamos claramente lejos de aquello. Esa elevada lectura, junto con gran parte de los datos sobre salarios de los últimos 18 meses, se ha revisado a la baja y el último dato publicado fue el más bajo en lo que llevamos de año.

El enigma de la inflación persiste: aunque la tasa de paro ha descendido del 9% hasta el 3,9% durante los últimos seis años, la inflación ha permanecido prácticamente constante y ha fluctuado apenas +/- 0,3 puntos porcentuales en torno al nivel del 2%. A juzgar por los datos de que disponemos desde la década de 1950, parece que la teoría académica que acabo de exponer es asimétrica: la inflación cae durante una ralentización, pero no sube cuando hay tensiones en el mercado laboral. La inflación parece estar más dominada por movimientos a largo plazo en el perfil demográfico, la globalización, etc.

Datos alcistas para las bolsas

El dato de paro me indica que la economía estadounidense sigue creciendo, pero sin inflación. Para mí, es un dato más para ser alcista en la bolsa. Los inversores no temen una desaceleración, temen demasiadas subidas de los tipos de interés (que es la razón por la que el mercado se tomó tan mal el fuerte aumento de los salarios en enero).

Sí, el mercado respondió favorablemente el 4 de mayo, pero espero más; espero que el descenso de los precios de febrero se invierta, ya que el motivo preocupante que se descontó en esos momentos parece menos probable ahora.


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