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La mayor parte de los actores teme el factor geopolítico, pero no es tan malo

por La Carta de la Bolsa Hace 6 años
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Calma en los primeros compases del año, pero no hay tregua. La fiebre del oro de las acciones duró apenas tres semanas. Las Bolsas se enfrentan a un mundo pintado de todo menos de color de rosa, aunque resaltan como la gran apuesta de 2018, una vez más, en la mayor parte de los informes de estrategia y de situación de las principales firmas de análisis. Sí, el caballo ganador para este año, al igual que lo fue el anterior. No sólo los resultados empresariales se han convertido en el focus inicial de los expertos y seguidores del mercado. Los movimientos tácticos de los bancos centrales, hasta ahora los controladores de todos los mercados, son mirados con una gran lupa. También, el posible giro de la inflación en casi todas las economías planetarias y la consiguiente influencia en los tipos de interés. En el mismo acto, la perseverancia de una situación geopolítica confusa, difícil, amenazante. Un camino, como casi siempre, repleto de obstáculos, aunque hasta ahora ninguno ha sido insalvable. Ya saben, el Brexit; la victoria de Trump, la posición de Corea del Norte y los diferentes conflictos bélicos ¿Una amenaza cierta? La geopolítica siempre brinda grandes oportunidades de compra. En este encuadre, para la mayor parte de los analistas, la principalmente amenaza está en la sobrevaloración de Wall Street.

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Pero no todo es tan negativo:

 

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Hay que seguir comprando acciones en 2018. Al menos eso es lo que recomendaban a finales del año pasado los analistas de JPMorgan Cazenove, entre otros. Lo traemos de nuevo a colación, por su interés.

En su opinión, hay cinco razones que justifican este planteamiento, que se sitúa en línea con otros consejos lanzados por grandes bancos de inversión de cara al próximo ejercicio. El actual mercado alcista está en su fase final, pero nadie quiere perderse sus últimos 'coletazos', que además suelen estar caracterizados por la avaricia de los inversores.

1. Para JPMorgan, el crecimiento económico a nivel mundial "probablemente" permanezca por encima de la media durante los próximos doce meses, con todas las "regiones clave" participando de esta crecimiento sincronizado.

2. En su opinión, las previsiones para las compañías estadounidenses no han incorporado el efecto positivo de la rebaja de impuestos en EEUU. Y esta es la segunda razón para comprar, porque los beneficios empresariales seguirán creciendo y "proporcionarán apoyo a las acciones".

3. Sobre la menor liquidez de los bancos centrales, comentaban que "el endurecimiento monetario todavía está en su fase inicial". Y recordaban que "ninguno de los últimos giros económicos empezaron con los tipos de interés reales por debajo del 2%".

4. Sobre la rentabilidad de los bonos, JPMorgan anticipaba que "debería subir", ya que las presiones sobre la inflación están aumentando. Además, 2018 será el primer año en el que el Banco Central Europeo (BCE) no compre toda la oferta suplementaria de bonos.

En este escenario, JPMorgan señalaba que "cualquier aumento en la rentabilidad de los bonos será positivo para las acciones", ya que impulsará el cambio en la asignación de activos y ampliará el liderazgo del mercado.

5. Por último, estos expertos calculaban que, en relación a los bonos y al crédito, las valoraciones bursátiles "permanecen poco exigentes y ofrecen una brecha de valoración de casi 300 puntos básicos".

Por último, como factor negativo, señalaban que "no hemos visto una corrección completa desde hace un tiempo" y que "la geopolítica siempre puede sorprender de manera negativa".

Lo dicho: un informe de finales de 2017 de máxima actualidad.


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