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"¿Para qué ahorrar? Nuestra Bolsa, muy débil y los rendimientos de nuestro dinero, de los peores del mundo…"

por La Carta de la Bolsa Hace 6 años
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"Dos gráficos demoledores los que siguen. Uno, cebntrado en el mla comportamiento de la Bolsa española. Otro, en el pésimo rendimiento de nuestro dinero administrado. Luego, ¿para qué ahorrar?.

Dinero y ahorro, dos conceptos que hemos mamado, que nos parecían indelebles, a prueba de bomba atómica, han muerto: los bancos centrales se los han cargado de un plumazo. Al dinero, porque seguimos desconociendo la verdad de los que esconden las tripas de los bancos: no sabemos cuál será el siguiente en caer, pero sí estamos advertidos de que si tenemos la mala fortuna de ser impositores con sumas superiores a los 100.000 euros sólo tendremos acceso a esos 100.000 euros. Al ahorro, porque lo han demonizado. El ahorro es un concepto que en épocas de intervencionismo brutal como la actual sólo reporta problemas y dolores de cabeza, dada la avidez de los Estados. La velocidad con que se suceden los acontecimientos económicos y financieros impide la correcta valoración de los acontecimientos y fenómenos que vivimos. No hay tiempo para la reflexión..."

Miren la evolución del Ibex en el gráfico vía David Cano

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"Los bancos centrales y los Gobiernos, todos cogidos de la mano, nos llevan en volandas. Nos trasladan de un tren a otro sin que nos demos cuenta. Quizá cuando reparemos, cuando seamos conscientes dónde nos han dejado sea demasiado tarde. Es posible, llegado ese momento, que no tengamos capacidad de respuesta, capacidad de reacción, como tampoco la tenemos ahora. A nuestro despacho llegan los clientes de siempre, la mayor parte de ellos con posiciones de liquidez. Otros andan colgados de la rama del pino más alto de la Bolsa, que es el eufemismo de estar pillados, cogidos a precios muy, muy altos, casi irrecuperables..."

Atentos a la referencia de Fernando Luque:

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Los clientes, presa del desconcierto, se sienten acorralados. No saben qué hacer con su dinero. Consideran que no es el mejor momento para comprar inmuebles, porque las cargas fiscales son cada vez más altas. Además, aún ven más recorrido a la baja. De la Bolsa no quieren oir hablar. Desconfían de los movimientos orquestados por los bancos centrales y son conscientes de que es imposible competir con los dos o tres bancos anglosajones que dominan el cotarro y con las tres o grandes gestoras de fondos del mundo que utilizan todo tipo de herramientas técnicas (potentes ordenadores) para comprar y vender acciones, petróleo, maíz, sorgo, zumo de naranja o algodón ¿Oro? Estalló la burbuja..."

(De la conversación mantenida con un importante analista financiero)


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