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No se podrá oponer como crítica hacia el EUR que no mantiene una balanza exterior equilibrada. Y estable en los últimos años. Sin embargo, no sólo porque nunca he tenido del todo claro la relación de déficit/desequilibrio y superávit/equilibrio, la realidad es que en una zona tan heterogénea como la nuestra una situación equilibrada en el conjunto puede esconder importantes desfases entre países que luego se compensan. Todo funcionaría a la perfección si la balanza financiera estuviera a su vez compensando las diferencias. Pero, ya sabemos que en nuestro caso la fragmentación en la financiación obliga al ECB a emplearse a fondo.

En su último Informe Mensual el ECB realiza un breve análisis sobre las balanzas exteriores, su evolución, con el objetivo implícito de responder a una pregunta aparentemente sencilla: ¿qué hay detrás de las diferencias? Y si, encima, explica también la sostenibilidad de su comportamiento reciente todo sería entonces perfecto. Pero, ya saben que la perfección depende de los ojos con los que se mire.

¿Qué es el déficit por cuenta corriente? ¿y el superávit? Para algunos, el déficit del ahorro y/o el exceso de inversión en el primer caso; lo opuesto en el segundo. Al final, la economía (como conjunto de los sectores que la componen) tendrá déficit de financiación interna que tendrá que cubrir en el exterior o exceso con el que podrá financiar a otros países. Aparentemente sencillo, pero no tanto cuando entramos más en detalle. El ECB divide a los países de la zona EUR en dos grupos, en función de su posición en la balanza corriente en promedio de cinco años antes de la Crisis:

 

- Déficit: Irlanda, Estonia, España, Italia, Grecia, Francia, Chipre, Malta, Portugal, Eslovenia y Eslovaquia.

- Superávit: Alemania, Finlandia, Austria, Bélgica, Luxemburgo, Holanda

¿Buenos y malos? No exactamente. Pero, es cierto, muchos países de la primera parte han sufrido con fuerza los efectos de la Crisis. Recuerden que la Crisis del Euro es una combinación de crisis, entre deuda, confianza y excesos. Pero también subyace una crisis de modelo de funcionamiento del Euro. Lamentablemente se ha avanzado mucho para solucionarla, pero también hay mucho camino por recorrer para realmente hacerlo.

Frente a la “relativa” estabilidad de la balanza exterior en el grupo de países con superávit, el fuerte ajuste sufrido por el resto hasta casi equilibrarla. En el fondo, en este segundo grupo de países más bien vemos el perfil de la Crisis: desde su inicio internacional en 2008, la respuesta de sus autoridades fiscales en 2009 y parte de 2010, para ya en este último ejercicio tomar tintes dramáticos de ajuste especialmente en los sectores privados en menor medida pero también en el sector público.

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¿Ahorro y/o inversión? El ECB intenta responder a esta pregunta a través de este gráfico. Lamentablemente, la conclusión es simple: la convergencia se explica no tanto por un aumento en la diferencia de la tasa de ahorro como por un fuerte ajuste en la inversión. Pero, inversión y ahorro están relacionados. Es impensable mantener una elevada tasa de inversión sin ahorro para financiarla. Aunque, en este caso, debemos hablar también del ahorro requerido para desapalancarse de los excesos cometidos antes de la Crisis. Al final, pese al intento por el ECB de rebajar y facilitar los costes de financiación, lo cierto es que el margen de gasto y de inversión quedará limitado por el proceso de reducción de la deuda en el pasado. Y esto especialmente en los países tradicionalmente con déficit exterior. No es extraño que se les pida al resto que aumenten su aportación positiva a la demanda del conjunto de la zona. Pero, ¿sin haber corregido aún el exceso de capacidad? Es complicado

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En los siguientes gráficos podemos ver la evolución de los márgenes empresariales y costes por países referidos a su nivel en 2007. Relativa estabilidad en los países con superávit, frente a un fuerte deterioro en los países con déficit. ¿Cuestión de costes? La convergencia en costes es clara, aunque con importantes diferencias. En nuestro caso, en países como Italia y Francia especialmente, con mucho retraso.

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