Llevo meses señalando en estas páginas que la situación en Corea del Norte tiene el potencial de riesgo suficiente como para desestabilizar la situación económica, financiera y política,  a nivel global. Un conflicto armado entre EE.UU. tendría efectos colaterales en Corea del Sur y Japón, y cada vez es más probable que también en el propio EE.UU.

El pasado lunes, dos altos funcionarios estadounidenses afirmaron a Reuters en condición de anónimos, que la última prueba del misil balístico intercontinental norcoreano ha mostrado que el país está en condiciones de atacar a la mayor parte del territorio continental de los Estados Unidos. Esto era impensable hace tan solo unos meses, lo que sugiere que los avances tecnológicos de Corea del Norte son mucho más rápidos de lo esperado.
 

Corea del Norte dijo el pasado sábado que había realizado otra prueba exitosa de un ICBM (misil balístico intercontinental), que podría llegar a la mayor parte del territorio continental de los Estados Unidos.

El líder  de Corea del Norte, Kim Jong Un, supervisó el lanzamiento del misil el viernes por la noche y lo llamó una "severa advertencia" a los Estados Unidos de que no estarían a salvo de la destrucción si trataban de atacarles, según afirmó la agencia oficial de noticias KCNA.

Los dos funcionarios de la inteligencia estadounidense a los que hacíamos antes referencias, señalaron que el líder norcoreano quiere desarrollar un ICBM nuclear capaz de disuadir cualquier ataque a su país, y ganar legitimidad internacional. 

Aunque el Pentágono no hizo comentarios sobre este lanzamiento, reconoció que el último test representó el vuelo de prueba más largo de cualquier misil norcoreano hasta la fecha.

"Los detalles de nuestra evaluación están clasificados por razones que espero que entiendan", dijo el portavoz del Pentágono, capitán de la Armada Jeff Davis, en una rueda de prensa, reconociendo sólo que el misil podría volar por lo menos 5.500 kilómetros, el rango mínimo para lo que el Pentágono clasifica como un ICBM.

Este misil mostró un mayor alcance que el lanzamiento del pasado 4 de julio, y mostró nueva tecnología, como los motores de estabilización de la fuerza, que les capacita para vuelos más largos. 

El Pentágono ha reconocido que tras la prueba norcoreana mantuvo conversaciones entre portavoces militares con Japón y Corea del Sur.

En este punto nos gustaría recordar el análisis que realizó Goldman Sachs hace un tiempo. Goldman señalaba que históricamente los escenarios de tan baja volatilidad como el actual sólo han cambiado por dos hechos muy concretos: Una recesión económica, o una guerra.

Goldman afirma que en los 14 escenarios parecidos al actual desde 1928, al menos en el mercado de acciones, se han terminado por un crash económico o una confrontación militar.

La probabilidad de recesión económica en las principales economías del mundo en los próximos 12 meses es ahora muy baja. Por tanto, sólo nos quedaría la guerra, y como hemos argumentado anteriormente, la probabilidad de que se produzca no es ni mucho menos baja.