El pasado lunes hablábamos de Apple, y de su imparable ascensión, que esta semana le ha vuelto a llevar a subir un 0,7% adicional, marcando así un nuevo récord histórico, situando de este modo al gigante de Cupertino como el máximo exponente de la impresionante escalada del Nasdaq y de las Bolsas americanas en estos dos meses iniciales de 2017. 

Pero no todos los valores americanos han subido por igual. Hay algunos que, lejos de sumarse a esas alzas, lo que han hecho es retroceder, y entre ellos está la mayor petrolera del mundo por valor bursátil, Exxon. Frente a la subida del 18% de Apple desde el uno de enero, Exxon cae un 10%.

El gráfico comparativo de la evolución de ambas compañías el último año muestra muy bien esa diferente evolución. Desde mediados de diciembre la trayectoria de ambos valores se separa, una separación que va a más a medida que avanza el 2017.

Es verdad que Exxon presentó unos resultados del cuarto trimestre y unos resultados anuales de 2016 malos, con una caída del 51,4% respecto al 2015, y es verdad también que Apple presentó buenas cifras trimestrales por las ventas del iPhone 7 plus, pero cuando vemos una divergencia tan llamativa como la que muestra el gráfico adjunto siempre debemos preguntarnos si está o no justificada. 

Tenemos que reiterar lo que decíamos la semana pasada. Confiamos mucho en Apple, en su capacidad de innovación y en su futuro, pero, en medio de la euforia que ha desatado, preferiríamos ser más cautos y realizar al menos parcialmente beneficios. Sin embargo, pensamos que la fuerte caída de Exxon, igual que la de otros valores como General Electric, puede estar ofreciendo una buena oportunidad de compra.