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"Los pelotazos apenas duran unas horas. O estás dentro, o no te comes una rosca…"

por La Carta de la Bolsa Hace 7 años
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Después de los escasos movimientos corporativos del año pasado he leído en varios medios, de manera recurrente, frases como "No hay alternativas a la inversión en Bolsa...El parqué está plagado de gangas...Los balances de las compañías ya han pasado lo peor...La economía va bien...Los inversores se equivocan cuando tienen miedo...Me quedo, no obstante, con la siguiente frase:

"Siempre hay caza de gangas tras una caída de los mercados. Pero aún parece demasiado pronto para esperar que la confianza vuelva al mercado. Hay más, si usted sigue los movimientos posteriores a los que los medios definen caza de gangas, comprobará que los índices se desinflan. Entonces ¿dónde están las gangas? ¿Recuerdan que se dijo que eran gangas los precios con un Ibex a 15.000 puntos?

Esto de las gangas es como los chollos de las rebajas en los grandes almacenes, que ni son chollos ni rebajas. Hay una cosa básica, una verdad indisoluble, que los palmeros no podrán cambiar nunca: EL SENTIMIENTO DE MERCADO. Contra él nada se puede hacer. Por eso, considero que no es el momento de hacerse rico. Si los inversores siguen apostando por el intradía se quedarán cacareando y sin pluma, se los van a llevar por delante. Calma y a esperar.

La tentación de querer hacerse rico de un pelotazo puede terminar en quiebra total. No hay gangas, sino valores que suben y bajan. Y un hecho cierto: los pelotazos apenas duran unas horas. O estás dentro de esos valores, o no te comes una rosca ¿Pero dónde están las roscas?”, me escribe Daniel Aguado, Ingeniero Superior Informático.

Más referencias sobre Sentimiento de mercado: La psicología en el ser humano es muy variable según las circunstancias a las que esa persona se enfrente. En concreto, en el mercado bursátil, esto se hace patente y nos podemos encontrar con variaciones de la psicología de mercado, desde situaciones de máxima confianza y optimismo, hasta situaciones en las que sentimos temor o verdadero pánico.

Y sobre la teoría de la opinión contraria: Nos dice que es probable que el mercado acabe haciendo lo contrario de lo que el gran público espera, y con más probabilidad de que eso ocurra cuanto más extremo sea el sentimiento. Así pues, si somos capaces de identificar estos extremos de sentimiento podemos tener un nuevo elemento importante para complementar en nuestras decisiones. Esta variable puede, en muchas ocasiones tener una importancia estratégica fundamental.

¿Hablamos de gangas? En más de un ocasión he escrito de afamados cazadores de gangas que de tanto comprar lo que ellos creían gangas se arruinaron. No obstante, a medida que mayor ha sido el deterioro de las cotizaciones y peores las expectativas en lo que respecta a los beneficios empresariales y económicas, mayores son las posibilidades de adquirir acciones a buen precio, encontrar alguna ganga, porque del mismo modo que el mercado ha exhibido una enorme capacidad de anticipación en este peor escenario, también manifestará una gran flexibilidad a la hora de incorporarse a un futuro económico mejor. En ambos procesos, en el de caída y en el de subida, siempre se producen reacciones exageradas. Ahí puede estar la ganga. No olvidemos, sin embargo, que el término ganga va históricamente unido al de desahucio, simples baratijas, abalorios…

No despreciemos, por tanto, el término; no lo utilicemos con tanta frivolidad, porque una ganga es una cosa apreciable que se adquiere a poca costa o con poco trabajo. Aquí reside la dificultad ¿Dónde están las gangas? Hay más ¿por qué no considerar que las gangas hipotéticas de hoy pueden ser mayores gangas mañana dado el estado de abatimiento de y depresión generalizadas que manifiestan los mercados? 

En cualquier caso, hay algunos fundamentos claves que han perdurado con el paso del tiempo y que seguirán haciéndolo en el futuro. Hay que tener dinero y paciencia. Estos son algunos de los cálculos que hay que realizar en coyunturas tan depresivas como la actual:


*Cotización inferior a 2/3 del valor contable.


*Cotización inferior a 2/3 del valor neto de su activo en el mercado.


*Crecimiento de los beneficios del 7% durante los últimos cinco años.


*Deuda total menor que el valor contable.


*Un cociente entre activos y pasivos líquidos mayor que dos.

“Recuerde lo del SENTIMIENTO DE MERCADO, una frase célebre hace veinte años, pero que ha desaparecido en la vorágine de Casino en que se han convertido los mercados. El SENTIMIENTO DE MERCADO hace que las cosas sean buenas o malas, que las cotizaciones suban o bajen sea cual fuere el nivel del índice en ese momento”, finaliza.


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