Veamos qué dividendo propone repartir la compañía en el 2017 y por qué puede ser un valor interesante por el tema del euro y del dólar.
Ebro obtuvo un beneficio neto de 127,3 millones de euros durante los nueve primeros meses de 2016, lo que supone un 25,3% más que en el mismo período del 2015.
La compañía está desarrollando una intensa actividad para seguir creciendo, como lo demuestra la adquisición de la francesa Celnat, la compra de una planta en Reino Unido, la adquisición del 52% de la empresa de harinas Santa Rita, el incremento de su participación en el capital de Riso Scotti y la ampliación de los negocios en India, Tailandia y Francia.
El consejo de administración pretende que la compañía reparta un dividendo de 0,57 euros por acción que se abonaría durante el 2017, lo que implica un 5,5% más que el pagado durante este año. La idea sería hacerlo efectivo en tres pagos de 0,19 euros por acción cada uno de ellos, concretamente el 3 de abril, el 30 de junio y el 2 de octubre de 2017.
La mayor parte de sus ingresos se encuentran fuera de España, sobre todo en Estados Unidos. Es uno de los valores españoles que debería sacar tajada de la debilidad del euro (con la prórroga del programa QE) y de la fortaleza del dólar (con las subidas de tipos de interés por parte de la Fed).
Desde el punto de vista técnico, algunos apuntes rápidos:
La Beta de Ebro es -0,29%. Al ser negativa indica que el movimiento de la acción es contrario u opuesto al índice de referencia. Al ser inferior a 1 indica que la acción tiene poca volatilidad.
Su Var es 0,29% con lo que por cada acción se arriesga un 1,48% diario.
La volatilidad anual registrada a 30 sesiones es del 14,60%, indicando nivel bajo.