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La obsesión exportadora de Alemania está condenando a Europa a la depresión

por Carlos Montero Hace 10 años
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La Eurozona necesita desesperadamente mas inflación y más gasto pero Alemania no permitirá ninguna de las dos cosas porque no quiere perder su superávit comercial. Europa está en una depresión porque Alemania tiene miedo de una recuperación.

Teme que más inflación y un mayor gasto arruine su modelo de crecimiento impulsado por las exportaciones.

Ahora la última recesión de la eurozona ha terminado oficialmente, pero no la crisis del euro. Esta crisis es una crisis de competitividad. Durante el boom, el dinero se dirigió al sur de Europa, inflando burbujas y elevando los salarios, dice Matthew O’Brien en un interesante artículo en The Atlantic. “Posteriormente la burbuja explotó y el dinero dejó de fluir. Eso les dejó con muy poca demanda y salarios demasiado altos, no dejándoles ninguna manera real de escapar. Si hubieran tenido sus propias monedas, las podrían haber devaluado para recuperar la competitividad. Pero no las tenían, tienen  el euro. Por lo que necesitan reducir sus salarios en relación con sus competidores, con Alemania en realidad.

Pero Alemania no lo está poniendo fácil. No quiere sacrificar su balanza comercial solo por el bien de España o Italia. Alemania se ha convertido en una máquina de exportar en la última década mediante la rebaja de los salarios de sus trabajadores. Eso le permite  vender más barato al extranjero. Pero no ha comprado  más del resto del mundo a pesar de que  ha vendido  más al resto del mundo, lo ha ahorrado. En otras palabras, ahora consigue un superávit comercial prodigioso. Es una estrategia que ha funcionado bien para Alemania pero no para sus trabajadores. Y una estrategia que tampoco puede funcionar para todo el mundo. Tiene que haber compradores para los vendedores. El problema del euro, como señala el tesoro estadounidense, es que Alemania quiere que el resto de los países de  Europa también sean vendedores, pero no está dispuesta a comprarles más.

Alemania, desde luego, califica estas críticas como “incomprensibles “. Su Ministerio de Economía  cree que el enorme superávit comercial solo muestra la fuerte competitividad de la economía alemana y la demanda internacional de los productos de calidad  procedentes de ese país.  Pero Alemania no tiene su enorme superávit comercial porque vende muchos productos de calidad. Tiene un enorme superávit comercial porque vende muchos productos de calidad y compra muy pocos. Nadie está pidiendo a Alemania que deje de fabricar productos de calidad, lo que se  le está pidiendo es que comience a pagar más a sus trabajadores y a  comprar más al extranjero. En otras palabras, a tolerar un poco mas de inflación y gasto público.

Pero ha ocurrido lo contrario. Alemania ha luchado en contra de todas y cada una de las medidas de flexibilización monetaria por temor a una inflación inexistente. Y realmente no existe esa inflación. En Octubre, la inflación general de la Eurozona cayó a un mínimo de 4 años de 0,7 %, mientras que la inflación alemana tan solo se encontraba un poco por encima del 1,2%. A pesar de esto el Banco Central de Alemania aún se opone a flexibilizar la política monetaria porque todavía ve espectros de  inflación. Esto sería gracioso si no estuviera condenando al sur de Europa a una depresión. Con los precios alemanes (y los salarios) subiendo tan lentamente, los países en crisis de Europa no pueden recuperar su competitividad. En su lugar, tienen que recortar los salarios y esto puede generar que la economía entre en un círculo vicioso donde la deuda sea cada vez más difícil de pagar.

La austeridad ya ha provocado que el sur de Europa entre en ese círculo vicioso. Ha sido una tragedia  económica en dos actos. En primer lugar, Alemania obligó a que Europa adoptara medidas de austeridad incluso por encima de lo aconsejable. Se supone que los países dentro del euro pueden equilibrar sus presupuestos ajustándose al ciclo empresarial, así pueden soportar mayores déficits durante una caída económica. Pero los eurócratas alemanes han dicho que el sur de Europa no está pasando realmente por una mala racha, sino que, por ejemplo la tasa de desempleo natural en España es del 24 %. Como resultado, la depresión provocada por la austeridad en el sur de Europa se ha utilizado aun más para justificar más austeridad. En segundo lugar, Alemania se ha comprometido a  adoptar mas austeridad para ella misma de lo que cualquier sentido económico sugeriría.  Las medidas adoptadas por Alemania no son comparables a las tomadas por Grecia Y Portugal, pero la economía de Alemania es tan grande que los pequeños recortes se transmiten al resto de Europa. De hecho, un reciente estudio de la comisión europea estima que el 20% de la austeridad adoptada por Alemania se transmite a  sus vecinos, frente al 14% de Francia y menos del 2% de Grecia.

Este documento de la comisión europea trata de poner números al coste acumulado de la austeridad en Europa y las conclusiones son aterradoras.  Las medidas de austeridad coordinadas han provocado una caída del  18% del PIB en Grecia, del 9,7%  del PIB en España y del  8,1% del PIB  en Alemania. Y, más importante desde el punto de vista de Alemania, esta destrucción de la demanda ha destruido la demanda de cada uno de los otros exportadores. Como puede ver en el gráfico de abajo, la austeridad se ha llevado una gran parte de las exportaciones del sur  de Europa.

Alemania básicamente ha dicho al sur de Europa que exportar es el camino para regresar a la prosperidad pero ha hecho todo lo posible para que no lo hagan.

La economía no es una competición para ver quién puede tener el mayor superávit comercial, Pero esa puede ser la manera en que Alemania se enfrenta a las cosas. Se centra en vender todo lo que puede a otros países pero no compra mucho, y luego se molesta porque el resto de Europa no vende tanto como ellos. Entonces, ¿Qué hay que hacer? Bueno, si el sur de Europa se va a recuperar dentro del euro, Alemania necesita darse cuenta de que el 3% de la  inflación no es un desastre. Tampoco los déficits.

Los recortes ya están matando a las economías del sur de Europa pero con el tiempo también acabará con las economías del norte, una vez que pierdan  a los clientes del sur. Si Alemania puede darse cuenta de esto podríamos recuperarnos a tiempo. Lo único que Europa tiene que tener es miedo de los déficit comerciales entre sí. “

 

Fuentes: Matthew O’Brien


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